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—Y entonces, ¡Yoongi dijo que le pondría Mimi a su gato porque así lo sentiría aunque sea un poco cerca! —expuso Seokjin entre risas, con sus mejillas sonrojadas por el alcohol que comenzaba a hacer estragos en su mente— ¡Y ahora resulta que Jimin hizo lo mismo!

Todos carcajearon, incluso las victimas de las burlas.

—¡Ya cállenlo, por favor! —pidió Yoongi, manteniendo una sonrisa en sus labios a pesar de encontrarse avergonzado. 

Él siguió quejándose. Jimin, en cambio, se dedicó a sonreír en silencio mientras miraba el intercambio de ofensas que se dedicaban Yoongi y Seokjin. 

El ambiente era cálido, o así lo sentía Jimin. Sus mejillas dolían de tanto reír y su garganta de tanto gritar cuando hubo competencia de karaoke. 

Ahora, todos estaban sentados en la pequeña sala de su apartamento. Yoongi estaba a su lado y el no podía dejar de mirarle, era simplemente hermoso, le regalaba la vista de su perfil perfectamente delineado con cuidado, su pequeña nariz y su labio ligeramente levantado mientras reclamaba al mayor por su falta de lealtad al exponerlo de aquella manera.

Le miró con atención, aun manteniendo una sonrisa sin ser realmente consiente. Y lo que Taehyung le dijo vino a su mente de repente, ¿realmente había estado evitando el gran cariño que aún sentía por Yoongi?

Su mirada bajó por su blanquecido cuello descubierto, por su pecho que subía y bajaba conforme sus quejas continuaban, siguió el recorrido de las venas en sus brazos hasta llegar a sus manos, y justo en ese momento, al ver su mano unida a una de las de Yoongi, Jimin se perdió.

Las quejas de Yoongi, las burlas de Seokjin, la voz de Jungkook y Taehyung que parecían haber vuelto a cantar, los regaños de su hermana a Namjoon por haber roto quién sabe qué y las risas de Hoseok; simplemente todo desapareció y un cómodo silencio lo envolvió con calidez. Su atención se centró en él, en Yoongi, en sus manos junto a las suyas, en sus largos dedos acariciando los suyos.

Ensanchó su sonrisa cuando al levantar la mirada se encontró con Yoongi, viéndole fijamente con sus mejillas sonrojadas y lejos de sentirse apenado por haber sido pillado, lamió sus labios y lentamente se acercó para dejar un casto pico en los labios de Yoongi, dejándole desubicado y deseando más de aquel contacto.

—Ya es tarde Yoon, ¿no deberíamos ir a dormir? —susurró en su oreja.

Yoongi, un poco atontado, asintió despacio con su boca entre abierta al haberlo tomado desprevenido y sus mejillas se encendieron nuevamente cuando al ser arrastrado a la habitación de Jimin pudo entender la evidente sugerencia en su tono.

...

Un dócil gemido abandonó la boca de Jimin cuando las magnas y huesudas manos de Yoongi le tomaron con demanda de sus glúteos; apretó el agarre y lo acercó más a su cuerpo mientras besaba su cuello y dejaba atrás la pena que antes en algún momento sintió.

Ambos tan hundidos en su propia burbuja que los murmullos y socarronas carcajadas de los demás presentes parecían no ser oídos. Poco a poco cada uno de ellos se fue marchando hasta quedar solo dos, más Taehyung y Jungkook.

Jungkook había dado un gran paso, cediendo a la valentía que, al día siguiente, tendría que valer gracias al alcohol que recorría cada recóndito cuerpo de su ser. Los labios de Taehyung eran mordidos, succionados y besados por su boca, encerrados en la habitación de la hermana de Jimin.

Seokjin y Namjoon hubieran querido tenerla más fácil, simplemente marcharse y dejar tirado a Hoseok hubiera sido la mejor opción, sin embargo, sus conciencias no se lo permitirían. Hoseok, en su estado etílico, lloraba desconsolado en busca de su mejor amigo, Yoongi, mientras este besaba al precioso rubio que tenía sobre sus delgados y pálidos muslos ahora desnudos, ajeno a los escandalosos sollozos y el dolor que oscurecía de a poco su brillante y colorido corazón.

Best Enemies ; AU 🔞Where stories live. Discover now