11.

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Una mañana de septiembre, Charlie Dalton se preguntó si valía la pena.

Sentado al borde de su cama, su mente consideraba todas las razones que alguna vez se dio para explicar su atracción por Knox. No era tarea fácil, ya que nunca se había preguntado el porqué, y ahora que finalmente decidía hacerlo, todo lo que se le venía a la cabeza eran cortos recuerdos, partes cuestionables de su cuerpo, y el sonido de su risa. No tenía sentido.

El quejido de frustración que soltó mientras se dejaba caer a la cama sobresaltó a Cameron, quien se encontraba en sentado en el escritorio organizando sus apuntes.

"¿Todo bien por ahí?", preguntó de forma casual, sin querer sonar muy interesado, Charlie aún se negaba a que se uniera a su grupo de estudio y Richard aún tenía algo de dignidad.

Charlie soltó un largo suspiro antes de responder. "¿Alguna vez te has enamorado?"

"Tengo dieciséis."

"Virgen, anotado; pero eso no responde a mi pregunta."

Richard rodó los ojos con fastidio, decidiendo darle más de su atención, apartando su silla del escritorio y girando su cuerpo para poder observar el rostro de Charlie.

"Nadie se enamora a los dieciséis, Charlie, solo nos sentimos atraídos hacia las personas de una manera superficial, el amor es mucho más complicado que eso."

Charlie, con los ojos cerrados, esperaba comunicar su discrepancia con la forma en la que frucía sus labios y el ceño. "Eso es ridículo, no existe una edad determinada para sentir amor, tal vez solo requiere que encuentres a la persona correcta, cosa que claramente no te ha pasado aún."

"Al menos no estoy sufriendo por un amor prematuro cuando debería estar enfocándome en mis estudios y no enojar a mis padres con mis calificaciones", Charlie decidió que la condescendencia en la voz de Richard no ayudaba a su situación.

Antes de que pudiera refutar, Knox abrió la puerta del cuarto con más fuerza de la necesaria, buscando a Charlie con la mirada de forma algo frenética, frunciendo el ceño al localizarlo, mientras éste lo miraba confundido.

"Knox, ¿qué demon-...?"

"¿Cómo que no te gusta Neil?"

Richard definitivamente se encontraba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. "Tienen que estar bromeando."

Ignorando totalmente a Richard, Knox se acercó a Charlie, tomando asiento frente a él en la cama ajena, cruzando sus brazos sobre su pecho mientras continuaba mirándolo con el ceño fruncido. "Contesta."

Charlie juraba que podía sentir un tic en uno de sus párpados.

the name is mr. brightsideWhere stories live. Discover now