EL TIEMPO ES ORO

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-Debería irme- dice buscando una buena posición en mi cama, decidimos que sería mejor hablarlo el día siguiente, horas después pues ya era de madrugada…

-No- lo abrazo, hace unos minutos habíamos apagado el televisor y como la chica romántica que intento ser…le dije que me acompañara.

-¿Qué crees que hará tu hermano si descubre que estoy aquí?-

-No lo sé…tal vez te invite a jugar futbol y quizás mi madre te invite a desayunar mientras me baño…- bostezo.

-Tonta-

-Tonto-

-Te ves adorable cuando duermes- acaricia mi cabello, no tengo ni idea de la expresión de su cara, pues mis ojos están cerrados pero puedo asegurar que sus ojos están abiertos y mirándome…a demás siento su mirada intimidante.

-Claro- rio –Botando baba-

-Sigues siendo adorable-

-Y tú sigues estando loco- me rio recordando cuando teníamos catorce y él solía decirme que era adorable con mis dos colitas o con mis dos trenzas, un día le dije que había sido mala idea haberme hecho dos colitas y él solo sonrió y saco la que quedaba a mi derecha (estaba enredada en su cadena, me explico, él me había puesto su cadena) Fue tierno.

-No hay cura para eso- abro mis ojos y alzo la cabeza un poco para verlo, está sonriendo.

-Qué triste- sonrío con él.

-Aunque…tal vez haya una en todo el mundo…incluso el universo-

-¿Y cuál es esa?-

-Tú-

Oh. My. Fish.

¿Cómo pretendo no quererlo si me dice cosas tan lindas?
Sencillo: él ya está bajo mi piel y sin querer se lo permití, pero no me arrepiento…Al mismo tiempo que sé que algo malo va a pasar y que no puedo evitar, el sentimiento de ahogo, de que ya no puedo respirar…de que algo se va a acabar y que voy a sufrir. Pero el chico que está besándome lo vale, él vale los riesgos que estoy tomando, él vale sufrir.

-¿Te curaste?- pregunto cuando sus labios se separan de los míos.

-No, creo que voy a necesitar muchas dosis-

-¿Por qué no duermes?-

-No tengo mucho, mucho sueño como para dormir-

-Pero vas a amanecer con ojeras-

-Es normal- se encoge de hombros –A demás ya no hay tiempo de dormir-

-¿Qué? ¿Por qué?- me confundo, él señala la ventana, giro mi cabeza hacia la derecha y los intentos del sol por salir…tengo sueño.

-Entonces…debo ir a casa a cambiarme- se levanta y yo me quedo sentada, cubierta con las sábanas y mirando como él se pone su camisa azul, cuando termina se vuelve a darme un beso en la frente, me levanto y lo acompaño.

-Se supone que debería ser la puerta- comento provocando que él ría.

-En una hora estaré aquí para recogerte- sale y se trepa al árbol.

Sí, mi cuarto es como el de Bart Simpson.
Veo como cae al jardín, luego sube la mirada y me guiña un ojo para irse caminando…

No volví a dormir por dos razones.

Razón # 1: Si vuelvo a dormir caeré en un estado de coma, no, si vuelvo a dormir comenzaré a invernar y Luke vendrá a recogerme.

Razón # 2: Quiero hacer algo lindo por mi madre y Thomas. Así que les preparo el desayuno: pancakes (O como se diga), avena, café y zumo de naranja.

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