Epilogo.

723 40 8
                                    

Habían transcurrido sesenta años desde lo ocurrido. _____, ya con setenta y ocho años de edad, descansaba en la camilla del hospital donde había vivido buenos y malos momentos. Ella observaba la televisión, cuando tres leves golpes sonaron tras la puerta.
-Adelante -Habló con dificultad.
- ¡Tía! -Exclamaron tres de cuatro hijos de Logan y Caitlin, quienes ya dormían en un ataúd.
-Buenos días chicos -Sonrió ella.
- ¿Cómo te has sentido? -Cuestionó la más pequeña, aunque muy pequeña no era. Solo tenía treinta y siete años.
-Muy bien, gracias Jay. ¿Dónde está Kendall?
-Está...
- ¡Es un hijo de perra! -Gritó Kendall entrando a la habitación.
- ¡Baja el tono Kendall! -Exclamó James, uno de los chicos-. ¿Qué no ves que visitamos a la tía ____ y está conectada a un millón de cables en un hospital? -Lo regañó.
-Lo siento tía -Se disculpó el chico.
-No importa -La anciana sonrió con ternura.

Cada uno de los hijos de su hermano, obtuvieron el nombre de sus mejores amigos, con los cuales había vivido los mejores días en su adolescencia. Estaba Carlos, Jay, James y... Kendall.

- ¿Qué dicen si entregamos los regalos a tía _____? -Habló Jay-. Feliz cumpleaños número setenta y ocho, por cierto.
-No me lo recuerdes -Cerró los ojos con fuerza la anciana y rió-. Muchas gracias chicos.
-Ten -Musitó Jay haciéndole entrega de su obsequio.
Luego le siguió James, Carlos y por último Kendall.
-El tío Carlos y yo queríamos obsequiarte esto juntos, pero, lamentablemente, su hora llegó y solo yo tendré que hacerte entrega de él -Musitó Kendall extendiendo su brazo con un marco de cabeza en mano.

______ lo tomó en sus manos el obsequio de Kendall y su mejor amigo, ya muerto, Carlos. Lo giró y se encontró con una linda fotografía de todos juntos cuando tenían de dieciocho a veinte años. Se centró en el rostro sonriente de Kendall, su novio, quien falleció joven. Se veía tan alegre y vivo. Quería abrazarle nuevamente y besar tiernamente sus labios como solía hacerlo.
Acercó la fotografía más a sus ojos y logró divisar el verde esmeralda de los globos oculares de Kendall Schmidt. Una vez más, se perdió en ellos. Siempre lo hacía.
-Muchas gracias -Musitó la anciana limpiando una de las lágrimas que había caído de sus ojos.

Las horas transcurrieron, hasta que quedó completamente sola junto a los obsequios de sus sobrinos. Tomó nuevamente la fotografía y acarició la figura de su amado. ¿Por qué debió fallecer tan joven? Desde ese entonces ella no volvió a salir con nadie, le extrañaba. Cada noche, cuando era joven, usaba una de las prendas de ropa pertenecientes a Kendall.
-Por siempre y siempre estarán en mi corazón, todos ustedes -Habló ____-. Me hacen mucha falta, desearía poder volver a ese tiempo en el que todos estábamos juntos compartiendo como los divertidos y anormales jóvenes que solíamos ser. Quiero reír con las tonterías de Carlos, bromear con Caitlin, jugar con James, salir con Logan, abrazar a Jay... y por último, sentir los cálidos besos de Kendall contra mis labios. Los amo.

Fin.

No me asustas , Schmidt ||Kendall Schmidt y tu||Where stories live. Discover now