Capitulo 31

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- ¿Por qué no las envía ahora?


-Porque nadie le obedecería, solo sus cobardes camaradas. -Comentó James.


-Si jamás hubieran ido a ese horrible lugar, esto no estaría ocurriendo. -Musité fría, continuaba enfadada con ellos, pero no por su, ahora, no falsa promesa, sabía la verdad sobre eso; si no, porque habían asistido a aquel pub.


-Pero, recuerda la causa... -Habló Jay- Fue por ti, queríamos olvidar como te alejaste de nosotros... -Sentí una gran culpa, era verdad.


-Lo siento... -Susurré arrepentida.


- ¡Abrazo grupal! -Gritó Carlos, haciendo que todos nos uniéramos en un lindo abrazo amistoso.

(...)

Llegué a mi hogar, a eso de las 14:43 PM, seguida de Kendall. Mamá había ido a algún lugar desconocido -Para mí- por asuntos de trabajo.


-Puedes observar televisión si quieres... -Sugerí a él mientras yo seguía caminando hacia mi habitación.


-Espera.


Tomó mi mano y me atrajo hacia él, uniendo nuestros cuerpos, muy pegados; y luego nuestras bocas en un suave beso que luego se volvió fogoso...


-Te amo, ¿Lo sabías? -Habló entre besos.


Me guió a las escaleras, aún sin alejar nuestros labios y entramos hasta mi habitación, para luego, caer sobre la cama.

Kendall besaba con delicadeza y me acariciaba de la misma manera, como si de un cristal se tratase, los besos eran interrumpidos por pequeñas risitas de ambos.


-También te amo, y con todo mi corazón... -Contesté tierna, mientras la vestimenta desaparecía de nuestros cuerpos.


- ¿Estás segura de que quieres esto? -Preguntó sobre mis labios con la respiración agitada.


-No eh estado más segura de algo en mi vida. -Musité con una sonrisa coqueta, mientras que rodaba para dejarle a él bajo de mí.


-Serás mía, así nadie podrá acercarse a ti. -Sonrió a lo que yo reí y comencé a acariciar sus pectorales, hasta llegar centímetros más arriba de su zona baja, donde, al rosarla... ocurrió algo que jamás podría ser capaz de olvidar.

-Te amo, te amo, te amo... -Me dijo con la respiración entrecortada.


-Yo también... te amo de aquí al infinito y más allá... -Musité mientras dejaba rastro de un fugaz, pero tierno beso en sus labios.

(...)

Al día siguiente.

Abrí mis ojos y logré sentir el suave latido del corazón de Kendall, subí la mirada a sus hermosos ojos verdes y aún permanecían cerrados desde el día anterior.
Intenté sentarme en la cama pero me fue imposible gracias al fuerte brazo de Kendall rodeando mi cintura. Con cuidado levanté su extremidad y la dejé a un lado, gruñó y ésta regresó a mí.

Suspiré con una sonrisa.

-Se que estás despierto. -Musité tierna.


-No te alejes de mi lado... -Dijo volteando su cabeza hacia la izquierda, poseía aquella hermosa sonrisa que me volvía loca.


-Quiero darme un baño.


- ¿Qué hora es? -Preguntó en un bostezo.


-No lo sé, no puedo moverme -Reí.


-Tienes razón -Rió mientras veía la hora en su teléfono celular- Es temprano... -Susurró- Marcan las 15:13 PM.


- ¡¿Para ti eso es temprano?! -Solté una carcajada- Hemos faltado por segunda vez al instituto y dormimos una eternidad. Debo darme un baño...

No me asustas , Schmidt ||Kendall Schmidt y tu||Where stories live. Discover now