Bruno Lombardi, 29 años.
El mafioso y narcotraficante más temido del país, todo el mundo lo considera como el rey de la mafia, cruel, sin sentimiento alguno, si alguien se interpone en su camino simplemente lo elimina.
Victor Moore, también uno de...
Luego de lo sucedido la anoche me di una larga ducha y luego me acosté a dormir ya que estaba muy cansada.
Ya era otro día, me levanté y me puse algo cómodo para bajar a desayunar.
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Cuando fui hacía la mesa bruno no estaba, asi que me senté y al rato maria me sirvió el desayuno y comencé a desayunar. Al pasar unos minutos bruno entra a la sala.
--Ya me encargué de leonardo--Dijo mirándome
Así que ese era su nombre...
--Que hiciste?--Pregunté mirándolo
--Acabe con el--Dijo como si nada sentándose para desyunar
--Acabaste con el? T-tu lo m-mataste?--Pregunté confundida
--Claro--Dijo tranquilo
Yo me quedé en shock, tratando de procesar lo que me acababa de decir.
--Maria el desayuno por favor--Gritó
--Pero por qué lo mataste!?--Dije
--Que querías que hiciera hanna!? Dime!--Dijo
--Lo hubieras llevado a la policía!--Dije
El solo rió.
--Llevarlo a la policía en serio hanna? Un mafioso recurriendo a la policía? No hablaré de esto contigo porque claramente no lo entenderas, y ese hijo de puta merecía que lo mate!--Dijo furioso
--Como puedes matar a una persona y actuar como si nada bruno!--Dije
O sea no estoy diciendo que ese hombre no merecía un castigo, pero esa no era la forma! Matar a una persona para el es tan normal... preferiría que lo metan en la carcel.
--Te defiendo de ese hijo de puta y ahora estás diciendo que no merecía que lo mate? Eres una mal agradecida moore!--Dijo furioso
--No, yo no estoy diciend...
No terminé de hablar que me interrumpió.
--Basta! No quiero escucharte!--Dijo gritandome
Ambos comenzamos a desayunar en silencio, yo cargaba una angustia y este imbecil me viene gritar, odio ser tan sensible a veces... alguien apenas me levanta la voz y ya mis ojos se cristalizan..
Bruno
Comenzamos a desayunar en silencio y pude notar que hanna lloraba en silencio, pero rápidamente limpiaba su lágrimas.
Era tan sensible, y en este mundo de la mafia saldrá herida si no se hace fuerte. Necesitaba hacerla fuerte, más ahora que tengo planeado hacerla mi esposa para que no escape y se quede aquí conmigo. Necesito una esposa que sea fuerte, y este a mi altura, no a una niña que llora si le levantan mucho la voz.
