Mi Amado Eros

Mi príncipe....

Goku- ¿Y qué hago si empezas a sangrar de nuevo? ¿Dejarlo pasar? —preguntó algo preocupado—

Vegeta- Que no sangrare! Agh! Es humillante rogarte por esto! Si ya no te excitas conmigo dímelo de una vez no te alejes así como así! —volvió a gritar mientras salía, pero Goku lo detuvo tomándolo del brazo—

Goku- ¿Qué ya no me excito contigo?
—se acerco peligrosamente a Vegeta — Amor, ¿cuántas veces crees que tuve que tocarme para no hacerte daño a tí? —preguntó tomándole las manos— no quiero llegar a lastimarte.

Vegeta- Tks. No me estás lastimando si YO te lo pido.

Goku- ¿cómo es que logras controlarme? —preguntó mientras se acercaba a la boca ajena y aquellos ojos negros se tornaban amarillos—

Se besaron, el mayor posó sus manos en el trasero del menor y lo levantó, dejándolo sentado en el desayunador. Le abrió las piernas y se puso entre ellas, empezó a quitarle todo el traje de encima con movimientos lentos provenientes de sus grandes manos, lo dejó solo en la camisa de botones.

La desabotono lentamente, botón por botón, con un tacto suave hasta que dejo ver todo el pecho descubierto del peli-flama. Dirigió su boca al cuello ajeno y empezó a besar con suavidad, bajó sus besos hasta los pectorales de Vegeta e inició una secuencia de besos delicados. Pasó su húmeda y caliente lengua por el botón rosa ajeno, tomó entré sus labios ese pezón e hizo movimientos de arriba a abajo con su lengua, moviendo junto a ella el pezón.

Con sus manos acarició toda la cintura del menor desde abajo hacia arriba, hasta que llegó a la cremallera, la cual abrió y dejó en paz para luego pasar a masajear las caderas de manera circular.
Dejó el pezón rojo e hinchado, escurriendo de su saliva por todo su abdomen y uniendo cada pectoral con besos pasó al otro.

Suspiros bajos salian de la boca del menor, mientras paseaba con sus manos en toda la espalda del mayor. Cerró sus ojos disfrutando del tacto que no tenía hace algo de tiempo y siguió dejándose llevar.

Quitó los zapatos ajenos y lentamente bajó el pantalón del menor, lo quitó por completo y por último pasó al boxer. Se alejó y bajó las mismas prendas en él, se volvió a acercar y tomó ambos miembros, erectos entre sus manos. Vegeta gimió y dejó caer su cabeza hacia atrás.
Empezó a mover su mano de arriba hacia abajo, mientras el líquido preseminal de los dos se mezclaba.

Subió la velocidad de su mano y masturbó con más fuerza. Gimió ronco y hundió su nariz en el cuello del menor, besó y ejerció presión, hasta dejar un chupeton.

Con su dedo índice y medio acarició las dos glandes, un gemido agudo y un poco alto invadió sus oídos junto con un líquido que chorreaba en sus dedos. Se alejó de nueva cuenta y levantó la vista.

Pequeñas lágrimas salían de aquellos ojos negros y algo fríos, aquel sonrojo inigualable en las mejillas delgadas del menor y ese pequeño hilillo de saliva que salía inconscientemente.
Aceleró con rapidez su mano, la semilla de Vegeta servía como una especia de lubricante, se corrió soltando una fuente de su semen, manchandole las piernas al menor...

Vegeta- Vayamos a un lugar cómodo....—gimoteo con palabras aceleradas y aquellos ojos rojos brillantes como la luna—

Lo agarró de la cintura y lo cargó como si fuera un Koala, subió las gradas, mientras se besaban, hasta llegar a la habitación.

Dejo a Vegeta en la orilla de la cama, con su piernas sostenidas en sus hombros. Tomó el tobillo derecho y empezó a inclinarse de a poco, mientras besaba toda la pierna en su trayectorio. Rozaba sus labios con una delicadeza y dulzura indescriptible, el vapor que salía de su boca ayudaba de mucho.
Llegó a la ingle ajena y abrió más las piernas del menor, besó los pliegues de la pierna y mordió, sacándole un gemido al peli-flama.
Lamió dos de sus dedos y empezó a dirigirlos a la entrada de Vegeta, los metió de a poco, dándose cuenta que no había necesidad de hacer eso..