Mi Amado Eros

Cambio...

—En la noche—

Vegeta- ¿Que demonios fue lo que hice?…le acaricie la mejilla… ¿Qué cosas pasaban por mi cabeza en ese momento? *Su piel es muy fina*
Agh! Maldición! Siempre hago cosas raras cuando estoy con él. ¿Y si estaba despierto? —lo rodeó un aura morada— Mierda! Me siento avergonzado y ese idiota lo va a saber! Maldita sea! 

...

Goku- —¿Me acaricio la mejilla..? Su tacto era muy suave, apenas y se sentía..... ¿qué es esto que siento...? No quiero enamorarme.....yo prácticamente tengo vida eterna, pero él no...no quiero que el muera y me deje solo....No es momento de pensar en eso.....igual, él solo es amable conmigo, no piensa nada más sobre mi, NO. pero.....si fuera así, ¿donde está el aura rosa...?—

...

Bulma- —¿Qué pasa con Vegeta..? Hizo la comida sin ningún problema, no es que haya sido la gran cosa pero,...si se lo hubiese pedido antes se hubiera negado.....¿Goku lo está cambiando? parece que alguien por fin está abriendo su corazón, al amor....—

...

—Ya en la mañana—

La mañana era fría de nuevo. Llevaba nevando ya varias horas, todos estaban envueltos entre las sábanas. Incluso el madrugador de Vegeta.
La sirvienta desde ya, hacia el desayuno para todos los que vivían allí, y un aroma delicioso a chocolate caliente inundaba el lugar.
Cierto peli-palmera sintió tan deliciosos aroma y se levantó guiándose por el olor.
Cepilló sus dientes que parecían perlas blancas y bajó rápidamente a la cocina chocando con la sirvienta.

Cheelai- Señor Goku, buenos días. ¿Desea desayunar?                                    *ella es la sirvienta que se encarga de la cocina*

Goku- Sólo quiero un poco de eso que huele tan bien.

Cheelai- ¿Chocolate? Eso le haría bien, tiene la nariz muy roja, ¿le afecta el frío? —Preguntaba mientras se acercaba a la olla con chocolate—

Goku- Un poco, pero sí lo puedo soportar.

Cheelai- Ya veo. Tome —le da una taza— me retiró. —hizo una pequeña reverencia y salió de la cocina—

Mientras Goku bebía su chocolate con toda la felicidad del mundo a un peli-flama le pasaba lo mismo con aquel aroma, lo llamaba.
Se levantó y bajó a la cocina encontrandose con la personas no tan indicada.

Goku- —dejó de beber— buenos días Vegeta.

Vegeta- —maldita sea…— Buenos días.

No dijo nada más y se acercó a la olla donde estaba tan deliciosa bebida. Le dio la espalda a Goku mientras se servía.

Lo vio y quizá por instinto se levantó, se puso detrás de Vegeta y le dio un cálido abrazo por la cintura. Pegando su pecho contra la espalda ajena, transmitiendo ese calorcito tan agradable.

Se paralizó por un momento pero luego lo empujó con su brazo.

Vegeta- ¿Qué demonios crees que haces?