Nakajima Atsushi había llegado a la gran ciudad de Tokio a estudiar su carrera de medicina, la historia se desenvuelve al llegar a la habitación donde se quedará mientras estudia su universidad en Tokio, conociendo así a sus roomies Dazai Osamu, Nak...
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Atsushi Nakajima, hace algunos años había entrado con grandes expectativas a su universidad, por supuesto que no se esperaba que la cocina estuviese incendiandose el primer día.
¿Películas? ¿Incendios? ¿Amigos? ¿Amor? ¿Rituales satánicos? ¿Cucarachas? En la mente de Atsushi su universidad era muy diferente, pero no lo mal entiendan, estaba más que satisfecho por haber elegido esa universidad.
Su vida dió un giro muy inesperado, desde incendios hasta el más cálido amor, Atsushi había vivido todo tipo de experiencias en esos años.
Tal vez este alargando mucho esto, pero vamos una vida llena de sorpresas es digna de ser contada, fue un largo camino, lleno de tonterías y chistes.
Oh mi dulce sol ¿Encontraste lo que buscabas?
Atsushi podía responder a esa pregunta, claro que lo había hecho.
- Jinko -
Había encontrado eso y mucho más.
- Dime Ryu -
- ¿Sigues prefiriendo el agua mojada en vez del agua en polvo? -
Había encontrado su razón de existir, se sentía más que digno de despertar cada mañana, había aprendido a amarse a sí mismo.
Ryunosuke, su niñez fue complicada, si le preguntaran, la universidad fue lo mejor que le pudo pasar.
Se había sentido tan inferior, se odiaba tanto, pero luego el mundo le compenso mostrándole el lado bueno de la vida.
Akutagawa aprendió que el también tenía que poner de su parte, las relaciones eran de dos, se esforzaría por Atsushi.
Aquellos amigos que en su tiempo le hicieron falta, Ryunosuke podía decir alegremente que actualmente tenía muchos amigos que lo apoyaban.
Quiero llorar, fue un largo camino, las lágrimas no pueden evitar salir, feliz, estoy muy feliz.
Bromas, tonterías, insultos, amor, todo eso ayudaron a nuestros protagonistas a encontrar aquello que buscaban.
Dazai y Chuuya, ambos amigos desde la infancia, no eran lo suficientemente valientes como para pasar esa fina línea.
Actualmente Nakahara Chuuya estaba más que feliz de haber conocido a Dazai, no podía imaginarse que haría sin su compañero, incluso si no lo admite.
Nostalgia, nuestros cuatro personajes vivieron muchas experiencias, algunas buenas otras no tanto.
Aquel departamento había sido testigo de las múltiples tonterías que hicieron los cuatro.
Ranpo y Poe, parecía que el amante de los dulces había llegado a sacar de su zona de confort a Poe, estaba tan agradecido con Ranpo, desde su llegada Poe reía más que nunca.
Alegría, enojo, tristeza, amor, muchos sentimientos encontrados estaban en Atsushi al recordar aquellos recuerdos.
- ¡Ranpo-san deja ese bote de dulces ahí! - Dijo Atsushi al ver al chico tratar de robarse dulces de su refrigerador.
El ambiente era agradable y lleno de alegría, todos se habían reunido para recordar los viejo tiempos.
- ¡Dazai-san tenga cuidado con ese florero me lo regaló Gin-chan por mi boda! - dijo Atsushi nervioso al ver el hermoso florero correr peligro.
- Jinko creo que tenemos un problema, Chuuya-san encontró el vino -
Atsushi soltó un sonido de sorpresa, esto se iba a poner feo.
Atsushi fue a quitarle las botellas a Chuuya.
- Akutagawa controla a tu esposo me quiere sacar un ojo - dijo Chuuya un poco (bastante) ebrio.
- A VER CABRONES, QUIEN LOGRE COMER MAS PASTEL SE LLEVA MI AUTO -
- ¿¡¿¿¡RANPO-SAN!!?!? - #justiciaparaPoe
- YO ME APUNTO - Gritó Chuuya.
- YO TAMBIÉN - Gritó Dazai.
- Mierda - Ryunosuke vería su departamento incendiarse, esperaba que al menos sus mangas no sé quemasen.
- HAY UNA CUCARACHA - El grito de Atsushi se escuchó en toda la colonia.
- CORRAN -
El departamento se volvió un caos, hasta que llegó Akutagawa con su Katana de Kimetsu no Yaiba.
- ESTO ES POR RENGOKU -
¿Esto ya había pasado antes verdad?
Fin.
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Así es, Roomies ha llegado a su fin, gracias por leer mi historia, llevo muchos meses escribiéndolas con ocurrencias y cosas que me pasaban.
Espero nos volvamos a ver en otra ocasión, gracias por todo.
