FNiA: Un Trabajo Para Morirse...literalmente

Primera Noche.

Mike estaba ciertamente perdido, o quizas no, había salido por el corredor derecho de su oficina, buscando para estirar un poco las piernas luego de estar sentado durante media hora en esa incómoda silla.

-juraría que se me clavó algo en las nachas-. Comentó mientras frotaba su trasero y alumbraba hacia el frente, de repente su nariz captó un olor peculiar.

Un olor que hizo rugir su estomago.

-pizza...-. Se le hizo agua a la boca, cuando fue la ultima vez que se permitió un gusto como lo es comer pizza?

¿Se supone que puede comer gratis en el local no?

No perdió el tiempo y siguió el aroma de la pizza hasta la cocina, al ingresar encontró el manjar humeante en una mesa, no se cuestionó por qué había pizza recien hecha en la cocina, no le importaba, estaba servida en la bandeja y sin perder tiempo tomo un rebanada para morderla y degustar su sabor, era perfecta, no podía pedir algo mejor, por lo que terminó por tomar la pizza y llevarsela, saliendo de la cocina para volver a su oficina.

No notó que luego de que se vaya, cierta polluela rubia saliera de la despensa al otro lado de la cocina con algunos ingredientes para terminar su pizza y notara que...

-¿eh?-. Chica parpadeó al ver que su pizza no estaba donde la había dejado, le dio un tic en el ojo. -¡FREDDY!-.

Y se fue a buscar a su perezosa amiga marrón para probablemente partirle el hocico.

Mientras tanto, Mike volvió a su oficina.

-¿dónde se metió? Ush! No puedes esconderte para siempre...-. Bonnie, quien estaba adentro salió por la puerta izquierda de la oficina y se marchó justo antes de que Mike entrara a la oficina por la puerta derecha y se sentara en su silla para disfrutar de su pizza.

-Hmmm~ han pasado 84 años-. Mike lloró de felicidad mientras comía la pizza, la masa, el queso, el pepperoni, era todo perfecto. -uff, ahora entiendo por qué viene tanta gente, la comida es genial-. Mike sonrió satisfecho luego de terminar la pizza entera, chequeando la hora.

01:00am

Aun faltaban 5 horas para las 06:00am, decidió abrir la tableta, notando la estática en la pantalla, a su vez notó un índice de energía en 94%.

Parpadeó.

¿La tableta tenía límite de energía? Curioso, trataría de no usarla mucho, finalmente la estatica se disipó y reveló el Show Stage con sus medas, sillas, decoraciones y un escenario vacío...¡¿escenario vacío?!

-¡¿ah?!-. Mike abrió los ojos de golpe buscando señal de las animetronicas en el Show Stage. -¡¿las robaron en mis narices?! ¡¿Por ir a buscar un poco de pizza?!-. Le dio un tic en el ojo, pero como si sus preguntas fueran respondidas, cierta osa castaña y cierta polluela rubia aparecieron golpeandose la una a la otra en la cámara, jalandose de sus cabellos y haciendo un desorden en el Show Stage. -Que chinga what...-. Mike se quedó petrificado ante la visión...eso...no tenia sentido, por qué las animetronics estaban en funcionamiento? Y más importante, ¡¿por qué estaban peleando?! ¡¿Que demonios estaba pasando?! -ahhh...maldita sea-. Decidió intervenir, tomó su linterna y sacó de su mochila un cuchillo de cocina que trajo en caso de emergencia.

El cuchillo lo trajo por el hecho de que no se le proporcionaría ningún tipo de arma en su labor de guardia, y teniendo 2 dedos de frente, trajo un arma en caso de algun altercado con algun ladrón que entre al local.

Jamás esperó usarlo para...lidiar con...bueno, robots con vida? Androides? Que corno eran las Animetronics?

No lo pensó mucho, caminó hacia el Show Stage, donde cierta coneja azul bebía un refresco aburrida mientras veía a sus amigas pelear.