LAS ENSEÑANZAS DEL HOKAGE

Parte 12

EL ENFRENTAMIENTO

Ino pudo ver la determinación en la mirada de Sakura, así como la primera vez estaba decidida a experimentar con él, así de decidida estaba a conquistarlo. Sonrió, le gustaba esa actitud de su amiga, que por fin enfrentara sus sentimientos. Por fin una Sakura más activa. Lo mejor era que realmente pensaba que tenía una buena oportunidad, si no es que lo había conseguido ya. Sería muy interesante la reacción del Hokage, y sobretodo, la reacción de todos cuando se volviera del asunto público, Ino ya saboreaba ese momento.

-Solo quiero que me respondas algo antes, y después prometo que no haré más preguntas.

-De acuerdo- Sakura terminó de entrar a la florería.

-¿Tienes alguna idea de cuándo fue que comenzaste a sentirte atraída por tu sensei- Sakura no esperaba esa pregunta, y de solo recordarlo comenzó a enrojecer completamente. De inmediato Ino supo que quería escuchar esa historia -Sospecho que será muy interesante.

La médico esperaba que el sonrojo terminara para poder hablar, pero si acaso se intensificó más, así que mejor habló.

-Me tocó atenderlo después de la Guerra- dijo con sencillez, intentando sonar inocente. Pero Ino sonrió con complicidad.

-Ya entiendo, entonces te tocó verlo todo, en el mejor escenario posible, en una cama y a tu disposición.

-No exactamente...

-¿De qué hablas?, seguro que lo viste sin camisa la mayoría del tiempo.

-Sí, era necesario.

-Imagino que en algunas ocasiones lo hiciste quitarse los pantaloncillos.

-En ocasiones, sí.

-Ya entiendo por qué la necesidad de experimentar con él- la joven rubia disfrutaba torturando a su amiga y no dejaría que ese sonrojo desapareciera pronto -Imagino tu cara de sorpresa cuando descubrirse el bien trabajado cuerpo de tu sensei, el abdomen marcado, cada músculo, los hombros anchos, la espalda bien definida, y si lo hiciste quitarse los pantaloncillos, pues solo puedo imaginar lo que viste y te dejó muy impresionada.

Sakura no podía con su sonrojo, fingió que no le prestaba atención a su amiga, pero claro que estaba recordando esos días cuando le tocaba atender al Hokage, aunque en ese momento sólo fuera su ex sensei. Ino tenía razón, la primera vez que debió atenderlo intentó no prestarle atención a lo atractivo que era, pero con el paso de los días, le fue imposible apartar los ojos de él. Y entonces comenzaron las fantasías, un toque más largo de lo común, una revisión que tardaba más, decirle que se quitara la camisa aunque no fuera estrictamente necesario, las miradas furtivas. Cuando se ofreció a atenderlo después de la Guerra, no llegó a imaginar que efectivamente quedaría impresionada por el atractivo de su sensei, y ya lo había atendido en otras ocasiones, lo visitó en el Hospital siempre que hizo falta, pero de algún modo algo cambió.

Y lo mismo pasó con Sasuke, esperaba sentir algo mucho más fuerte que lo que sentía por el Hokage cuando lo atendía, pero no. Las revisiones eran cortas y estrictamente profesionales, por sorprendente que fuera no le atraía la idea de atender a Sasuke, de aprovecharse de la situación en la que estaban, de la soledad que compartían. Sakura lo despedía y entonces esperaba ansiosa la visita de su ex sensei, deseando que llegara su turno.

-¿Interrumpo tus pensamientos, Sakura?- Ino no cabía de felicidad por la expresión de su amiga, estaba embobada con los recuerdos del Hokage -Creo que ya sé qué es lo que debes hacer.

Era una estrategia muy sencilla, pero eficaz. Ahora que Sakura mencionaba el momento en el que la chispa comenzó, podría ser que también fuera un momento decisivo para el Hokage. Quizá el inicio de la chispa entre ambos estaba en el Hospital, ellos dos solos, el Hokage debía desvestirse, Sakura tocarlo... era perfecto.