✨CAPITULO 13✨

529 43 1
                                    

LA SORPRESA

****

Ulrik De Dinamarca

Estaba súper nervioso.

Íbamos cantando "Thinking bout you" de Ariana Grande mientras caminábamos por el bosque para llegar a la guarida.

No se si le guste mi sorpresa o no; en verdad tengo miedo.

Llegamos a la cabaña y antes de entrar habló:

-Antes de entrar ponte esto -dije pasándole un antifaz de esos que utilizan para dormir, para que se tapara los ojos.

-¿Enserio? -preguntó y yo asentí.

El se colocó el antifaz

-¿Listo? -preguntó en su oído.

-Súper listo -dijo en un tono muy ansioso.

Le agarro la mano y lo comienzo a guiar a la entrada. Abro la puerta y entramos, continuamos caminando para llegar al patio.

Vi cómo los empleados organizaron todo y me encanto.

Mi patio es enorme, tiene mucho espacio libre, es súper grande.

Detengo a Eros y él se queda quieto ahí parado.

-Emmm... -me hago frente a él y le agarró de la mandíbula para que suba su cara hacia la mía- Espero te guste -dije y le comencé a quitar el antifaz a Eros.

Cuando le quitó el antifaz me quito del frente de él y me hago al lado para que pueda ver.

El abre los ojos y mira al frente.

No dice nada...

-¿Qué dices? ¿Te gusta? -preguntó nervioso.

-Me encanta -exclamó-, es hermoso.

Comienza a avanzar comenzando a visualizar la decoración.

Flores rojas tiradas en el suelo dando un caminito, velas ayudando a darle un toque más bonito al camino; y al final del camino un gran árbol con una manta tendida en el suelo, y una canasta en al lado.

Era como un pícnic romántico en el patio de la cabaña.

Le tomó de la mano y comenzamos a caminar el caminito hasta el árbol.

Cuando llegamos nos sentamos en la manta y comencé a sacar lo que había en la canasta.

En estos dos meses que llevo de conocerlo, me he podido dar cuenta que lo que más le gusta a Eros, son las cosas simples.

No le gusta lo extravagante, no le gustan los lujos. A él le gustan las cosas simples, que no sean lujosas, y que sean detalles pequeños.

Esto es un pequeño detalle. Lo quería hacer más extravagante, pero no. Quería que Eros se sintiera bien y feliz. Así que hice esto lo más simple posible.

Tomó la botella de vino que está al lado de la canasta, junto con las dos copas y le entregó una a Eros.

Destapó el vino y le sirvo a él, y después a mi.

-Esto es hermoso Ulrik -exclamó apreciando todo.

-Tú te mereces todo esto y más.

-Gracias -dijo dándome una sonrisa hermosa.

¿Estoy nervioso?

Si.

¿Y estoy temblando?

¡Obvio que sí!

De Humilde A Príncipe (GAY) © ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora