—No tenías por qué hacer todo esto.

—Eres mi invitada, es lo menos que puedo darte.

BonHwa había despertado una hora atrás, el alfa la llevó a su cabaña sin ningún tipo de objeción, brindándole un lugar donde dormir. El sol se colaba por los espacios entre cada palo de madera avisando que ya era un nuevo día, Jungkook colocó sobre una pequeña tabla un poco de sopa, una manzana picada y una taza de té. Su perspectiva sobre el Jungkook que conocía cambió radicalmente después de entablar aquella conversación en medio del bosque la noche anterior.

—¿Cómo es que sabes mi nombre? ¿Nos conocemos? – tocó sus manos sintiendo una sensación extraña – tú no eres como las demás omegas, ¿Quién eres?

—¿Quién crees que soy? 

—Alguien muy poderoso me enseñó a distinguir quien era un ser mágico y quien no lo era.

—Y esa persona es Hoseok, ¿Cierto? – rió por lo bajo al ver la confusión plasmada en el rostro de Jungkook – bien, sabiendo ahora que no soy una omega común, ¿Confiarías en mi? Prometo mostrarte todo, sin saltarme absolutamente nada.

—Si conoces a Hoseok, debes ser una buena persona – Jungkook sonrió apretando con suavidad las manos de BonHwa – tienes mi entera confianza.

Esa respuesta es la que había estado esperando por parte de su alfa y que un aparente desconocido lo hiciera sin cuestionarla, le calaba hasta lo más profundo de su ser. Sin embargo, dejó sus sentimientos de lado y cerró sus ojos dejándose llevar por la magia, Jungkook la miró asombrado por lo majestuosa que se veía, todo su cuerpo se iluminaba formando un halo color azul brillante causando un gran impacto en él, se dispuso a cerrar sus ojos y dejar que su mente le enseñara todo lo que BonHwa le transmitiría.

Aquellas memorias en su primera vida en Phoenix, cómo se conoció con BonHwa, cómo se enamoró de ella, su trato con Kyrell, su segunda vida en Corea, todo se reproducía con lentitud en su mente, un remolino de emociones atacó su cuerpo, se sentía pleno, feliz, pero a la vez preocupado y angustiado por esa mujer tan loca que se había obsesionado con él.

En cuanto todo terminó, abrió sus ojos topándose con la mirada dulce de BonHwa.

—Una vez más estamos aquí, Bon...– suspiró – y todo por Kyrell.

—Lo sé, Kook – chasqueó su boca – pero debemos afrontar lo que sigue.

—Estás con Jimin ahora, ¿Cierto? – ella guardó silencio debatiéndose entre decirle la verdad o no, sin embargo, asintió derrotado ante su silencio – eso creí.

—Él ahora está completamente hundido en la locura. Han pasado tantas cosas que ya no sé qué pensar.

—Supongo que quiere mantenerte lo más lejos posible del peligro – ella asintió – no lo culpo, también sería así.

—Discutimos como cuando él me abandonó en Kakaoti – dirigió su mirada al suelo – quiero ayudarle, pero no confía en mí.

—Eres una gran estratega, ¿Por qué no querría aceptar tu ayuda?

—No lo sé, solamente quería disfrutar un poco de nuestra supuesta relación, declinó de mi invitación al festival de Hilgrand y...– detuvo su hablar – lo siento, no debería estar diciéndote esto.

—Hey, está bien – sonrió acariciando su cabello – siempre podrás contar conmigo, lo sabes.

—Vine a verte porque Kyrell seguramente está empeñada en ponerte de su lado – suspiró – quiero ponerte a salvo.

Origins of Love » PJMWhere stories live. Discover now