30.- Darle el poder.

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—Espera ¿Cómo qué...? —Me toma apenas unos segundos entender que es lo que Colton quiere decir—. ¿Qué es lo que dicen?

—Tonterías —Colton sacude la cabeza—. Nada que sea verdad.

—Dímelo. —exijo.

—Nada que sea verdad —repite.

La campana suena, mi amigo observa al pasillo y me hace un gesto para que salgamos.

—Colton...

—Escucha, Dereck, no les des a esos idiotas lo que sea que busquen ¿sí? Son solo rumores, nada verdadero y nosotros lo sabemos, tú lo sabes, eso es lo que importa.

La incomodidad regresa a mi sistema, el sentimiento de que debí tomarme un par de días más ahora se vuelve más fuerte que nunca. La frazada que cubre la piel amoratada de mi cuello comienza a sofocarme, pero no la quito.

Mientras avanzo por los pasillos rumbo a la primera clase, me siento observado, como si de pronto me hubiese convertido en el centro de atención y el pensamiento de que eso es ridículo, me consuela tan solo un poco.

—Nos vemos en el almuerzo —dice Colton sonriéndome—. Son solo idiotas, recuérdalo.

Su maldita actitud de protector comienza a desesperarme porque me siento fuera de balance, sintiendo que estoy a punto de enfrentarme a algo, pero no sé en realidad a que.

Tomo asiento en el lugar acostumbrado, Luke tenía razón, varios estudiantes ingresan con bufandas y frazadas que el hecho de que yo traiga una pasa completamente desapercibido.

Comienzo a tranquilizarme conforme las clases pasan, creo que Colton solo ha sido un tanto paranoico, pero cuando la clase de historia llega y Halley ingresa, el malestar vuelve.

Se coloca a mi costado, siento su mirada y me esfuerzo tanto por no voltear.

—¿Crees que podamos hablar después de clases, D? —su voz se cuela por mis oídos, aprieto los puños sobre el pupitre intentando eliminar la sensación molesta de mi pecho.

—No tenemos nada de qué hablar —respondo sin mirarla.

Se incorpora, una de sus manos viaja a mi rostro y me obliga a mirarla.

—¿Qué haces? —le aparto la mano en un movimiento rápido.

—¿De verdad? ¿Ahora vas a fingir que no existo? —inquiere en un susurro molesto—. Tú y yo necesitamos hablar, Dereck...

El profesor ingresa y me siento aliviado cuando ella se aparta.

—Tu y yo, ya no tenemos nada —expreso y soy consciente de como su cuerpo se tensa—. Déjame en paz, Williams.

No vuelve a dirigirme la palabra y una parte de mí, una muy pequeña, se alivia de que eso sea así.

El cambio de clases llega, salgo sin esperar ni un minuto más y camino hacia los baños. Ingreso a uno de los cubículos y me libero de la tela que rodea el cuello, ¿por qué todo se sentía de esta manera?

Me tomo el tiempo suficiente para recomponerme, para armarme de nuevo con esa apariencia de que nada importa, cuando la realidad es que me importa lo suficiente como para hacerme sentir una mierda.

Las palabras de Colton siguen en mi mente, no había escuchado nada, o todos habían sido lo suficientemente discretos como para conseguir hablar de mi sin que me diera cuenta.

Sin embargo, cuando llega la clase de la profesora Miller, todo se va al carajo.

—Dereck, ¿puedes quedarte un momento? —La atención de las personas que están en la sala se centra en mí por algunos instantes.

Atracción mortal.Where stories live. Discover now