Dereck Jones y Hailey Williams en un mundo perfecto, jamás hubiesen coincidido.
Él no tenía nada, ella poseía todo.
Él estaba familiarizado con el dolor, ella nunca lo había experimentado.
Él era oscuridad, ella era luz.
Dereck solo quiere escap...
—Creí que podía arreglar las cosas —dice con pesar—. Yo creí...
—Por Dios, ¿realmente pensaste eso? ¿Realmente creíste que podrías hacer algo? Te dije que papá no hablaba sobre ella, te dije que no intervinieras y eso fue justamente lo que hiciste. Mira lo que conseguiste con eso.
Tomo de nuevo la comida y le doy la espalda.
—¿No irás a la escuela?
—No, porque tendría que buscar una excusa lo suficientemente creíble para justificar los golpes. Y ya no tengo energías para hacerlo.
Me detengo justo a mitad de las escaleras. El recuerdo de Austin se filtra en mi mente y eso me hace volver.
—¿Sabes, Gema? Creo que me he dado cuenta porque sigues con Patrick. Eres igual que él, no te interesa Austin, no te importa si sale afectado o no. No le das importancia al daño que puede estar sufriendo.
—Claro que...
—No lo niegues. Estás cegada por algo que Patrick te da, ¿acaso es el dinero? ¿La casa? ¿Qué puede ser más importante que tu hijo?
No responde.
—¿Pues sabes qué? Cuando me largue de este sitio, tal vez me lleve a Austin conmigo —amenazo—. Y te juro que no van a encontrarnos jamás.
Cuando vuelvo a la habitación, Austin sigue durmiendo. Lo observo por un par de minutos, maldición, ¿por qué tenía que preocuparme por él también?
No es nada mío, ni siquiera somos familia, pero...pero sabía perfectamente que largarme y dejarlo aquí, sería una carga para mí. No estaría tranquilo sabiendo que "su madre" no haría nada para cuidar de él.
No podía considerarlo mi hermano, permitirme a mí mismo llamarlo de esa manera, me ataba a él. No quería eso, no quería tener que velar por su seguridad.
El celular suena, la esperanza de que sea Luke se esfuma tan pronto leo el nombre de Colton. Suspiro, preparándome para el cuestionamiento que seguro me dará.
—Hola.
—Dereck ¿no planeas venir a clases? —inquiere.
—Estoy algo enfermo, no me siento con ánimos para ir a clases. —miento.
—Sabes que no te creo ¿verdad? —retengo la maldición—. Seguramente estás tan golpeado que no buscas que excusa dar y por eso has faltado. ¿Crees que soy estúpido?
—Estoy enfermo. Si no me crees no me importa.
—Entonces si estas enfermo, tal vez no tendrás problema con que Halley y yo vayamos de visita ¿no? Después de todo, solo estás enfermo.
—Colton...
—No, ¿sabes qué? No voy a tolerar más esta situación, Dereck.
—No te atrevas a abrir la boca, Colton ¿me oyes? Juro que no vuelvo a hablarte en mi vida si haces algo.
El silencio al otro lado me inquieta.
—Tal vez es hora de que alguien haga algo por ti.
Y tras decir aquello, cuelga la llamada.
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