Nuestra noche de bodas

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No escuché nada de lo que los consejeros Enki o Trenton dijeron en nuestra ceremonia de bodas.

Mantuve mis ojos clavados en Viggo en todo momento y el mundo desaparecio por completo.

Memoricé su sonrisa amplia con sus perfectos dientes blancos.

La forma en que el smoking se amoldaba a su perfecto cuerpo.

La delicadeza de sus manos cuando tomo las mías.

Y el beso ardiente y desesperado que me dió ante todos por unos instantes ante de que...

Nos convirtieramos en neblina oscura y transportarnos a nuestra alcoba matrimonial donde ahora estamos los dos.

Convertidos en esposo y esposa.

Viggo acaricia mi cara pecosa con sus grandes dedos y puedo ver que su cuerpo tiembla.

Esta no es solo otra vez en la que hacemos el amor o tenemos sexo lujurioso, candente, sucio, delicioso y suculento.

Esta es la primera vez que vamos a unirnos por completo, a fundirnos completamente como un solo ser, una sola flama, una sola llama.

Los dos mantenemos esta discusión en nuestras mentes.

Sabemos que las posibilidades son casi nulas.

Las hemos estudiado a lo largo de los milenios que hemos estado en esta tierra, pero...

Pudimos saber de solo dos casos exitosos registrados en todo el mundo.

Y nosotros queremos ser el tercero.

"Estás segura Lilith?"

Viggo me cuestiona con su masculina y oscura voz.

En respuesta comienzo a desnudarlo despacio.

En el pasado, he destruido su ropa, la he hecho cenizas, jirones...

Pero todo en esta noche es un ritual.

Uno muy especial.

Quito el saco del smoking deslizando mis manos lo mas posible por el pecho, brazos y espalda de mi hombre, quien respira entrecortado.

Y apenas estamos comenzando...

Despues me deleito quitando, uno por uno los botones de su chaleco negro para después quitarlo de su musculoso cuerpo.

Mis manos arden con ansias locas de recorrerlo.

De recorrer el cuerpo de mi ahora ESPOSO.

Se siente tan raro decirlo de esa forma y puedo ver su sonrisa ensancharse en sus labios cuando lo pienso en mi mente una y otra vez.

"Dilo."

Me pide Viggo con voz tremula y lo hago.

"MI ESPOSO."

Viggo cierra los ojos cuando comienzo a desabrochar, sin pausas, pero sin prisas los botones de su camisa blanca.

Retiro la prenda dejándola inmaculadamente sobre la silla que estoy usando para dejar su ropa.

Despues, despacio, quito el botón de su pantalon y deslizo el cierre hacia abajo.

Viggo tiene una furiosa erección ya en su bóxer, esperando ser atendida con urgencia.

"Maldición, Lilith."

Es mi turno de sonreír malvadamente cuando me pongo de rodillas lentamente frente a Él.

Mi vestido se evapora de mi cuerpo.

Y reaparece colgado inmaculadamente en la puerta, justo al lado de la silla donde esta la ropa de Viggo.

Lilith, Vampiresa SensualTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon