—Søster... —mi correspondencia desencadena su llanto, lo cual me obliga a acercarme y abrazarla como tanto había estado deseando hacerlo.
Le siento respirar inestable, temblorosa mientras papá nos da espacio y ella intenta aferrarse al cuero de mi chaqueta.

La amiga que no deja de gritar sandeces mientras llora, me tiene hastiado. Busca que le clave el filo de mi navaja en la yugular si no se calla de una puta vez.

Tomo el vaso con agua que la sirvienta ha traído para Grace, la amiga por fin se calla cuando Alí le entrega el bolso por el que tanto había estado peleando. Saca del interior un frasco de píldoras que se apresura a abrir cuando nota el descontrolado estado de mi melliza. Manos temblorosas, respiración inestable, lagrimas descontroladas.
Mi corazón late fuerte contra mi pecho ante vasta preocupación, mi abuelo, Yusef y mi padre están igual.

—¿Qué es eso? —el primero frunce duramente el ceño dirigiéndose hacia la chica cuando no le contesta—, ¡¿Qué mierda es eso?! —Grace intenta pedirle que se detenga, la castaña se apresura a extenderle dos píldoras a mi hermana, misma que acepta e ingiere con rapidez cuando le hago sorber del vaso con agua.

La amiga nisiquiera se ha incorporado cuando ya diviso a mi abuelo empuñandola del cabello mientras sostiene la navaja contra su cuello.

Mátala.

—¿Qué le diste? —masculla amenazante mientras la chica desborda lágrimas completamente asustada.

—Y-Yo...

—¡Déjala! —pide Grace.

—Papá... —advierte Elijah. Es entonces cuando mi abuelo decide dejarla a regañadientes.

—Habla. —empuña la navaja, mirándola con recelo. Me quedo junto a mi hermana quien parece estabilizarse poco a poco.

—S-Sólo baje eso... —ruega temblorosa—, por favor... —Yusef sonríe burlesco.

La pobre mojigata no duraría un día aquí, bastantes horas ha sobrevivido ya. Elijah observa amenazante a Efraín, entonces baja la navaja y yo me limito a rodar los ojos.

Que pendejada.

—¿Qué es? —Mi padre se acerca de nuevo a mi hermana, revisando su rostro, como si intentara descifrar que se encuentra completamente bien—, ¿Qué son esas píldoras?

—Ella tiene que tomarlas... —traga duro—, no puedo decir más si no se quien demonios son ustedes y porqué nos tienen aquí.

—¿Siempre haces preguntas tan estupidas? —rumio cansado.

Datter af... —Efraín comienza a caminar amenazante hacia ella pero una vez más es detenido con la mano de mi padre, la cual impacta contra su torso.

—No le hagas nada. —pide mi melliza con las mejillas empapadas y la mano sobre el pecho. Las limpio con mis pulgares y beso su frente antes de levantarme y terminar por mi cuenta toda esta mierda.

La encuello y la pego contra la pared ejerciendo presión hasta cortarle el paso del aire y obligarla a que hable.

—O me dices por las buenas que mierda es lo que sabes o te juro que no dudaré en rebanarte la garganta ahora mismo. —la castaña lucha por respirar y me divierte su maldita expresión de terror.

—Shane... —pide Elijah pero lo ignoro.

—¿No vas a hablar? —desenfundo la navaja de mi bolsillo colocandola sobre la yugular. Luce aterrorizada, al borde del abismo— ¿Ahora si? —asiente frenéticamente clavandome las uñas en el brazo, como la gata que es.

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| © Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin