Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Un silencioso grito de emoción se escapa de mi garganta e inmediatamente me levanto de la cama buscando la aplicación en el celular que controla a Alexa. Programo las luces de mi habitación y en automático éstas sue vuelven de un rojo completamente intenso.
Corro hacia el clóset y rocío algo de perfume sobre mi cuello. Seguido de ello, bajo el cierre de mi vestido hasta que esté cae sobre mis pies dejando expuesto el conjunto de lencería que decidí usar esta noche. Reacomodé las medias y me miré una vez más al espejo.
Madre santa, el postre ya viene en camino.
¡Maldicion, enfócate Grace!
Tomé el primer brillo labial que encontré, éste solo tenía un ligero sabor a fresas y era totalmente transparente. Mi cabello estaba bien y tan solo hacía falta algo.
¿Qué se es de una buena experiencia si no hay música de por medio?
Mi fiel compañera, el robot de mi habitación comienza reproduciendo "Do it for me" mientras espero paciente a que el objetivo llegue.
No pasan menos de diez minutos cuando tres toques a la puerta me sacan de mi ensimismamiento y me levanto lista para abrir.
Lo primero que hace es llevar la mirada hacia abajo y comenzar a escanearme hasta que sus ojos se topan con los míos. Una media sonrisa se dibuja en sus labios antes de remojarlos y continuar mirando el escote y el encaje de mi ropa interior.
Él aún porta un traje completamente negro usando una corbata roja algo floja, imagino lo hizo el mismo.
—Do you like what I'm wearing, daddy? —tomo su corbata jugando con ella y mis dedos.
—So you want to misbehave, honey? —asiento y muerdo mi labio inferior invitándolo a entrar. Niall nota el cuarto completamente teñido del color rojo y su sonrisa se ensancha. Está conociendo por primera vez mi habitación.
Y que bueno, se familiariza con la que será nuestra pequeña guarida de encuentros de ahora en más.
Cierra la puerta con seguro y es entonces que lo guío hasta donde se encuentra mi gran cama, intento hacer que se siente sobre la misma pero él niega.
—Oh no cariño, hoy mando yo... —oleadas de electricidad recorren mi piel al escucharlo hablar de esa forma. El se acerca posicionando sus manos sobre mi cintura, observa mis labios como si deseara devorarlos impaciente, sin embargo no me besa.
Se dedica a recorrer mi cuerpo con sus manos, sus... grandes manos... maldita sea. —Sube a la cama. —ordena y yo gustosa, hago caso omiso a lo que me pide de modo que me deja en una posicion de perrito.
