— ¿Se siente bien, cariño?

— S-sí — logré gemir en voz baja, moviéndome en mi lugar ante las inmensas y abrumadoras sensaciones. — Joder, s-se si-siente tan jodidamente b-bien...

Fred, con el ego por las nubes y con una sonrisa arrogante, comenzó a besar pacientemente la parte interna de mis muslos, enviando más estremecimientos por todo mi cuerpo. Mi corazón se aceleró en mi pecho y cada centímetro de mí se sentía como en una hoguera.

— Deberíamos acelerarlo un poco, ¿no crees?— Fred bromeó, haciendo clic en el botón.

Un gemido ahogado escapó de mi boca y el pelirrojo rió contra la piel de mi muslo.

— Deberías verte a ti misma, Lilith... Luciendo tan hermosa mientras te conviertes en un puto desastre.

Grité de placer, manteniendo mi mano sobre mi boca cuando sentí los dedos de Fred tentando lentamente en mi. Traté de moverme en mi cama, pero él usó su otra mano para mantenerme quieta al presionar sobre mi cadera.

Era ardiente, intenso, abrumador, apasionado y crudo, todo al mismo tiempo. Tal y como él.

La piel de gallina cubrió mi piel cuando sentí que mi clímax se acercaba. Cada centímetro de mi piel se sentía quemada, sensible y sobreestimulada. Fred me miraba con curiosidad, pero también ansioso y de manera penetrante. Sabía que tenía todo el control y le encantaba verme tan a su merced.

— A la mierda, no puedo soportarlo más — murmuró, para luego rápidamente ponerse encima de mí, asegurándose de que el Sucker todavía estuviera trabajando en mi clítoris y rozando sus labios contra los míos. Cuando tiré de su cabello con un pequeño gemido por lo mucho que lo deseaba, lo necesitaba, me besó furiosa y desordenadamente, haciendo que yo tuviera que esforzarme para seguir su beso ardiente. Su mano fue directamente a mi cuello y bajó sus labios a mi mandíbula, haciendo que jadeara. — Si no te follo ahora mismo, creo que podría explotar.

Sin dejar de besarme el cuello, se llevó las manos al cinturón rápidamente, luciendo bastante desesperado. Agarré el cuello de su camisa y lo arrastré de regreso a mis labios, para besarlo tan ansiosa y desordenadamente como lo había hecho conmigo. Se las arregló para bajar un poco los pantalones y el bóxer, lo suficiente para liberar su erección palpitante.

Fred agarró su polla e hizo que su punta corriera desde donde tenía el Sucker hasta mi entrada. Sintiendo las vibraciones provenientes del dispositivo, dejó escapar un profundo gemido ahogado.

Cada lugar de mi cuerpo temblaba y lo ansiaba, se acomodó y exactamente justo cuando estaba a punto de empujarse hacia adentro, se escuchó un golpe en mi puerta.

— Freddie, ¿estás ahí? — se escuchó la voz somnolienta de George. — Siento interrumpirte, pero me siento como el culo. Toda la habitación está dando vueltas.

— Joder, ahora no — susurró Fred, respirando con dificultad y cerrando los ojos. Gemí un poco debajo de Fred, sintiendo cómo los dos ansiábamos profundamente al otro.

— Ha bebido demasiado, Freddie. Será mejor que lo ayudemos— me obligué a decir.

— Liv también está como el culo, está vomitando en el baño— continuó George desde el otro lado de la puerta.

En el momento en que escuchamos eso, ambos nos movimos y Fred me quitó el Burning Sucker, consternando a la parte más primitiva de mi mente. Ignorándola, me vestí rápidamente con lo primero que encontré al igual que el pelirrojo.

Antes de salir de la habitación, Fred me agarró del cuello y me pegó a su cuerpo una vez más. Atrapó mi labio inferior entre sus dientes y luego lo soltó.

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora