"Cuando la inocencia desaparece y la lujuria es la que toma el mando..."
Jeon Jungkook tiene el deber de viajar a Japón por asuntos laborales, por lo que tiene que dejar por unos días a su lindo omega, Kim Taehyung.
Pero... ¿Qué pasaría si el omega...
─ ¿Luzco bien? ─ cuestiona Jungkook frente al espejo por vez que Momo y SoMin lo vislumbran con atención.
─ Luce muy atractivo. ─ dice la chica y Momo le golpea uno de sus brazos. ─ ¡Ouch! ¿Y eso porqué?
─ Solo ten cuidado con lo que dices muchachita que ese hombre que ves ahí... ─ señala a Jeon con su delgado dedo. ─ Está prohi-bi-do. ─ le mira con desdén y SoMin blanquea los ojos. ─ Y en cuanto a tu pregunta, si, luces bien con el traje que diseñé para ti. Incluso contrasta y hace juego con el atuendo de Tae ¡Dios viste como rompió la pasarela con su hermosura!
─ Por supuesto que lo noté, incluso me estoy sintiendo como un perfecto imbécil por no ir y presionar mi boca contra sus suaves labios y decirle sobre ellos que estuvo fantástico y que le amo. ─ dijo, con un ápice de culpa.
─ Lo sé, lo entiendo, pero vamos, después le puedes explicar todo; ahora ven aquí y déjame darte los últimos toques.
Jungkook obedece y se acerca a ella, no obstante una vez que su teléfono comienza a vibrar en uno de sus bolsillos, se aleja de las féminas y lo toma entre sus dedos para chequear el identificador. Es extraño que su chófer le estuviese hablando, así que tan rápido como le fue posible respondió.
─ ¿Aló, ocurre algo? ─ cuestionó extrañado.
─ Señor Jeon, perdón que lo moleste sé que está muy ocupado, pero él señor Kim me ha llamado algo alterado y me ha pedido que vaya por él al after party. ¿Qué debo hacer?
Aquellas palabras automáticamente encendieron su instinto de protección, ¿Que era lo que había ocurrido?, se preguntó; ¿acaso los editores habían herido los sentimientos de su novio con alguna pregunta estúpida?, o peor aún, ¿alguien había sido capaz de hacerlo sentir incómodo con algún comentario indebido hacia él?, la sola idea lo enloqueció y con aura dominante sujeta entre sus manos el saco y ambas mujeres abren sus ojos de sobremanera al ver su cambio repentino de actitud, están a punto de preguntar, pero Jungkook ya ha azotado la puerta de su oficina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sus pestañas largas y espesas se presionan contra sus mejillas y debido al fuerte dolor en su pecho, sollozos y lágrimas densas escapan de sus ojitos azules. Finalmente se dejó ceder por su lobo blanco el cual aullaba dentro de él destrozado, y no es como si no se sintiese igual que él, pues por la tarde, antes de comenzar con su proceso pos-pasarela, se vio obligado a suprimir sus sentimientos lo más que pudo, pero después de lo que escuchó y después de lo que por sí mismo vió, ya no quedaba algún ápice de autocontrol. Y ahí se hallaba, sentado sobre el frío escalón de las escaleras que conducen al estacionamiento, ahí esperaba a que el chófer viniese por él para ir hacía la casa de su hermano mayor, el cual seguía sin atender sus llamadas.
Lo intentó una vez más y frustrado al nuevamente ser evadido por su propio hermano, guarda su móvil en su bolso abraza sus piernas para esconder su rostro en éstas y así sollozar afligido, por vez que en pequeños lapsos de tiempo acaricia con soltura su vientre, lo cual provoca estragos en su mente la cual está creando ideas erróneas, teniendo en cuenta que él no solía ser así; desconfiado e inseguro.
