Capítulo cinco.

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Desata la corbata y la lanza a algún lugar de la habitación de hotel. Está impaciente, su cuerpo hierve y está tan ansioso por que su lindo omega atraviese el umbral y se coloque frente a la cámara. Las manos del alfa pican por tocarlo y tocarse, es tan frustrante para él tener a su bebé tan lejos, cuando podría estar ahí, en la habitación junto a él, haciéndose cargo de aquel celo, porque ama con locura todo lo que Taehyung y él hacen cuando entran en su ciclo de calor.

Lo deshace completamente en la cama, lo hace gemir y pedir cada segundo más de él.

Gruñó, y apretó con los puños su pantalón que ya comenzaba a estorbar. Estaba a punto de preguntar si todo iba bien en el cuarto de baño, el por qué demoraba tanto ahí adentro. Pero las palabras del azabache murieron en su boca cuando un sexy rubio apareció frente a la pantalla, y comenzó acercarse lentamente hacia esta, moviendo sus caderas a la par de los holanes de la pequeña minifalda que apenas y cubría aquella lencería de encaje rojo.

El alfa se sintió desfallecer completamente al notar como aquel color carmesí resaltaba tan deliciosamente la piel descubierta de Taehyung. La luz tenue del sol entraba por la gran ventana y chocaba contra la piel perlada del omega, creando un brillo precioso en ella. Y como si eso no fuera suficiente, al acercarse un poco más, a Jungkook no le fue posible ahogar aquel gruñido al ver el crop top del mismo color y el mismo material, cubrir los pezones rosados, y erectos de su chico.

Ah, joder, tú me quieres matar bebé...

Taehyung se acerca hacia el escritorio, pone su peso en sus brazos inclinando el torso hacia adelante, dándole una vista de cerca de su pecho, que es adornado por el encaje, mientras con la yema de los dedos acaricia uno de sus brazos, hasta tomar un tirante del corp y comenzar a tirarlo hacia abajo, sin apartar la mirada a su alfa, que ya se encuentra tocando su entrepierna por encima de su pantalón de vestir.

─ Este atuendo fue idea de Jimin. Lo compré para ti, sé lo mucho que te gusta verme con cositas de encaje ─ hablaba mientras tiraba del siguiente tirante, dejando sus hombros al descubierto. ─ ¿Te gusta, papi?

Jungkook se lame los labios, paseando la mirada por esas clavículas marcadas, y mira con lujuria aquella preciosa marca en el cuello que es mostrada por Taehyung con orgullo, diciéndole con ello a todos los malditos alfas que van detrás de él, que solo era suyo, de nadie más que de su alfa pura sangre.

Me encanta, te ves tan delicioso así, pero tú sabes lo que deseo que hagas, así que, andando bebé.

Jungkook tira de su camisa de vestir y la lanza al suelo, desabrocha sus pantalones e introduce su gruesa mano dentro de estos. Taehyung con voz dulce asiente, se aleja de la cámara colocándose de espaldas marcando su caminar, meneando las caderas de una manera tortuosa para aquel alfa que saliva al poder observar a través de la pantalla, los muslos acaramelados y suaves de su pequeño.

Al llegar a mitad de la habitación, Taehyung mira por sobre su hombro a Jungkook, que yace sentado en el sofá, el rostro de este luce carmesí, sus pupilas dilatadas, mirada posesiva, lujuriosa, incluso puede observar como gotas de sudor resbalan por sus sienes, rodando hasta recorrer cuello y pecho que yace a su merced junto a aquellas piernas abiertas mostrándole así su enorme bulto.

Aquello invita a Kim a proseguir, por lo que muerde su labio inferior, y con suavidad desabrocha el crop top, dejando que caiga al suelo, retirando luego la falda y lanzándola hacia la webcam soltando una risita traviesa.

Jungkook gruñe al otro lado de la pantalla, su gorda y goteante polla comienza a doler como el infierno, así que con desesperación hala sus pantalones hacia abajo junto a su bóxer.

Pretty Omega | kvWhere stories live. Discover now