Caminas bajo la mortecina luz
de un nublado día de marzo.
Le observas.
Allí, quieto en la parada del bus.
Ambas manos en los bolsillos del pantalón
y ojos que se pierden mientras el mundo
pasa delante de ellos.
Te preguntas a qué sabrán sus labios
y qué tan cálidos serán sus abrazos.
Él es real.
Sólo sabes de su existencia.
Pero él no nota la tuya.
YOU ARE READING
Historias de vida. #Wattys2015
RandomAquellas personas que arrastran sus pedazos y le prometen a la Luna que harán lo posible para aguantar veinticuatro horas más. Nadie las nota. Pero existen. Y aquí se encuentran sus historias de vida.