Se colgó su vieja y desgastada mochila;
aquella que,
junto a la Luna, guardaba sus secretos
y lo observaba apagarse mientras la oscuridad de la noche lo consumía.
Y se fue.
Sin despedirse, sin nadie que intente detenerlo.
Y se transformó en aquellas palabras
que le susurraba a la Luna
y quedaron olvidadas
entre los vientos de Otoño.
ESTÁS LEYENDO
Historias de vida. #Wattys2015
RandomAquellas personas que arrastran sus pedazos y le prometen a la Luna que harán lo posible para aguantar veinticuatro horas más. Nadie las nota. Pero existen. Y aquí se encuentran sus historias de vida.