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La puerta se abrió de golpe pero no me aparté del círculo, alguien lo hizo por mí a la fuerza.

_ ¿Qué hacen aquí?¡No se pueden tener relaciones personales!_ vociferó un rojo al cual no le vi la cara porque solo podía mirar como sostenían al círculo que no paraba de llorar.

_ Llévate al circulo y tu lleva al triángulo con el sub lider._ ordenó el rojo demandante y mientras me arrastraban, me partía el corazón ver cómo se llevaban al pobre círculo lloroso que forcejeaba muy débilmente.

Yo no me resistí pero el alma se me sentía diminuta.
Lo siento círculo, perdón…

Me tiraron en una habitación que parecía ser de herramientas y todo tipo de armas y había dos rojos que logré ver desde el suelo.

_ Señor, ha habido un problema con este triángulo. Se lo encontró hablando y teniendo contacto físico con un círculo. Usted decida que hacer con él, el círculo será castigado. _ pidió y luego se marchó.

Yo me quede en el piso apretando mis puños. 
Rezaba por que no le hicieran nada malo al círculo, no se lo merece. Por favor…

_ Identificate._ pidió el rojo y cuanto eleve mi mirada a verlo reconocí que era ese cuadrado.
El que me ayudó.

_ Soy yo._ bufé y me puse de pie.

_ ¿Número 30?_ inquirió y asentí. _ Pero¿qué sucedió?¿Qué hiciste ahora?_
No respondí, solo me acaricie el cuello, aguantando las ganas de mandar todo a la mierda. 

_ Número 30, responde. _ exigió frustrado _ ¿Cuántos problemas más vas a causar?¿Tanto quieres morir?Dime,¿qué has hecho?_ 

_ Nada._

_ ¡Número 30!_ elevó la voz y eso me destapo la ira.

_ Sabes, me pregunto lo mismo. ¿Qué es lo que hacen todos aquí?¿Qué haces tú exactamente?¿Eres de los que les dan el elixir a los demás?¿Eres parte de ellos?_ estallé furiosa.

_ ¿Cómo sabes eso?_

_ Eso no importa. Importa el porque me ayudas, igual no necesito ayuda de alguien como tu y tampoco pienso volverme así. Antes de ser un títere o un monstruo prefiero morir y ya._ escupí con la voz temblorosa.

_ Número 30 yo..._

_ Creíste que no me daría cuenta, pero se muy bien que se aprovechan de la gente desesperada y luego en caso de los rojos los hacen unos animales drogados a su servicio. No pienso soportar eso, me iré aunque muera en el intento, y yo sola, no necesitare tu ayuda,  no la de un monstruo de sangre fría_ solté llena de odio.

_ ¡Ha-na!_ gritó el cuadrado a todo volumen pero aun así no me asusto.
Sí me asustó que me haya llamado por mi nombre.

_ ¿Ha-na?_ dijo otra voz externa, asombrada.

Me gire hacia de donde provenía esta última y me encontré con un círculo.
Pero lo que más me llamó la atención fue algo que brilló bajo la tela de su pantalón, como si fuera una pantalla.
Espera, ¿acaso sería el novato del otro día?

_ Círculo, no puedes hablar,¿lo has olvidado? Ahora vete._ lo echó el cuadrado y este enseguida obedeció pero no sin antes darme una última mirada.
¿Me conocería o fue solo su reacción de sorpresa? 
De lo que sí estaba segura es que tenía un teléfono, y no sabía si eso se podía.

_ Lo siento, número 30. Cálmate y cuéntame lo que pasó, estoy preocupado._  pidió con suavidad.

_ Me pregunto por qué estás preocupado,¿por que te interesa tanto lo que hago? No es como si fueras así con todos, ¿acaso me conoces fuera de aquí?_ ataqué ya libre de espantos.

_ No, solo te cuido por que eres una mujer, la primera mujer que veo aquí y me preocupas, eso es todo._ explicó con intención.

_ No te creo. ¿Quién eres?_ exigí acercándome a él.

_ Sabes que no podemos revelar nuestras identidades._ 

_ Pero tu si sabes la mia y la pareces querer revelar todo el tiempo. No me creo el cuento de que es por que soy mujer,aquí son todos tan desalmados que una mujer no importa para nada. Nos conocemos,¿no?¿Quién eres?¡Dimelo! _ exploté y quise quitarle su máscara pero me tomó de los brazos y por más que luché fue más firme y al final me envolvio entre sus brazos.
En un abrazo forzado pero cálido.

_ Lo lamento, no puedo decir nada porque tanto tu vida como la mía estarían en peligro. Pero prometo protegerte._ prometió con voz afligida.

_ No te necesito, sueltame._ dije filosa tratando de empujarlo, pero era imposible.

_ No,¿cómo puedo hacer que confíes en mí?_ 

_ No puedes, nunca confiaré en nadie. En mi vida me enseñaron que si confio en alguien al final me van a lastimar y para eso prefiero estar sola y asumir las consecuencias sola._

_ Lo entiendo, entonces al menos déjame ayudarte en lo que esté a mi alcance si llegas a estar en problemas de nuevo.¿Puedo?_

Suspiré y terminé cediendo, aunque sospechaba demasiado de este cuadrado mejor dejarlo hacer y ver que pasa. 
Aun asi bajar la guardia no era una opción.

_ Entonces déjame pedirte un favor._ dije separandome.

_ ¿Cuál favor?_

_ Has que no lastimen al círculo, no ha hecho nada malo._

_ Será difícil, pero lo intentaré._ 

_ Gracias._ 

Veremos que tan confiable es este cuadrado.

Pero a pesar de lo que pasó no dejaría de investigar, me faltaba mucho por delante.
No podemos rendirnos.

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