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No sé cuántos días han pasado desde que llegué pero poco a poco me iba acostumbrando a estar aquí.
Todo era relativamente tranquilo.

La cocina era un lugar silencioso y pacifico como lo era todo pero mucho más que la cabina de control. Todos hacían sus trabajos casi  como robots y la interacción entre nosotros era mínima, restando al supervisor que nos daba indicaciones de vez en cuando.

Solo nos encargamos de cocinar y limpiar lo que ensuciamos por aproximadamente unas seis o siete horas para luego ir a nuestras habitaciones.
Aunque era cómodo, no  iba a negar que era un poco deprimente, nada tenía sentido más que sobrevivira a base de eso.
Algo en mi interior me decía que necesitaba algo más. ¿Pero qué puede ser en un lugar tan restringido?

En eso veo entrar un cuadrado armado y llamar nuestra atención con un aplauso.

_ Círculos, los jugadores han vuelto, siendo exacto casi la mitad, así que además de preparar los alimentos en esta lista..._ le tendió una hoja a un circulo más cercano _ Deben de centrarse ahora mismo en cocinar azúcar, los detalles están en la lista. A trabajar._ y se fue sin más. 

¿Los jugadores habían vuelto?¿Pero no querían seguir viviendo?¿No habían rogado por irse?
Supongo que la desesperación material es más fuerte y no los juzgo, yo habría hecho lo mismo.

Ahora me pregunto por qué no fui un jugador como ellos, me hubiera gustado mucho más. 
Pero bueno, no vale la pena lamentarse.

Luego de un rato  seguimos haciendo ese azúcar que me daba tentación de probar pero no quería ser regañada.
Luego de ponerlo en moldes los colocamos en el congelador por una hora.
Me pregunto para que usarian el azucar.

Mientras revolvía el azúcar en la olla, escuché unos ruidos extraños que al parecer provenían del techo. Mire hacia arriba y al encontrarme con una rejilla de las tuberías, vi entre sus caños una especie de rostro.
Achiqué mis ojos tratando de enfocar bien y me pareció ver que era un rostro femenino.

_Pero que..._

_ ¿Qué haces?Concéntrate._ me regañó el supervisor triángulo.
Al instante bajé mi mirada y seguí revolviendo. Cuando pude disimular y volver mi vista a la rejilla ya no había nada.
Que extraño…¿Habre visto mal?

***

El día o por lo menos mi horario había terminado, así que me dirigí a mi habitación completamente exhausta.

Caminando  por los pasillos pensaba en que no podía seguir este ritmo de vida como si nada, era aburrido y no podía resistir mucho. 
Y entre tantas cosas que se me pasaron por la cabeza, este lugar era el único que me picaba con mala espina. Resumiendo este era un lugar en donde, que no tengo ni idea de dónde es, pero traen a personas para hacerlos jugar a cambio de una gran suma de dinero como premio. Los rojos son los guardias y el de mascara negro es el lider mayor. 

Pero sé que hay más y eso me da mucha curiosidad. ¿Tal vez debería investigar? No importaba lo poco que sea, sería útil.

Perdida en mi pensamientos siento como me saca de allí un golpe en mi hombro que me hizo retroceder del impulso bruto.

_ Oye, ten más cuidado._ me queje molesta.

_ Oh, lo lamento._ se disculpó el rojo agachándose a tomar algo del suelo que reconocí como un celular.

Espera,¿se podía tener teléfonos?  Y otra cosa, ¿no era que los círculos no podían hablar?¿Por qué de repente este me hablaba? Aunque sea una disculpa estaría rompiendo una norma, aunque bueno, yo ya la rompí en primer lugar.
¿Será un novato como yo?

RED.Where stories live. Discover now