cuarenta y nueve; Talitha

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ANUNCIOOOOOOOO: GRACIAS POR LOS 200K, Y PARA FESTEJARLO, EN MI IG (fixaunicorn) LES VOY A PRESTAR LAS STORIES PARA QUE KENT Y TALY LES RESPONDAN PREGUNTAS <<3 LOS ESPERO X ALLA n.n sin más molestia, lxs dejo con el cap <3

Viernes

Muevo la ensalada de atún con ayuda de un tenedor que está sobre la improvisada mesa de madera. Observo por el rabillo a Rosa que se está atando en una cola de caballo alto con su larga melena oscura, tiene sus ojos cerrados lo cual me permite apreciar sus pestañas voluminosas y chinas naturales, todo lo contrario, a mí, que tengo que calentar el rizador con un poco de fuego y pasar tres capas de rímel fin que luzcan como las de ella. Su piel morena es brillosa, espectacular.

Justo en frente de mí está Martina, que mastica cada bocado de la ensalada como si fuese lo último que va a comer, lo que me provoca que se me revuelva el estómago, así que le extiendo el resto de mi comida para que ella lo termine. Sus ojos están un poco avergonzados, por lo que agacha la mirada al instante.

—Es que ya estoy llena —incentivo, aunque me siento extraña.

No sé lo que cruza por la cabeza de la niña, solo espero que no piense que le tengo lástima. Así que me siento mal cuando ella toma mi plato y lo vierte hacia el suyo, tal vez no debo de ofrecerle mi comida. Pero, es que está demasiada flaquita para sus siete años de edad que no puedo resistirme. Necesito tener claras mis ideas, sé que ella puede comer hoy, pero cuando regrese a Toronto, tal vez no.

Siento dos manos colocarse sobre mi cabeza, apretándola. Por su aroma sutil de naranja sé que es Paxton. Puedo sentir como él se sienta detrás de mí, extiende sus piernas a cada costado de mí, echo mi espalda en su dirección hasta recargarme sobre su pecho.

—¿Ya has terminado de comer? —murmura sobre mi oído, ladeando un poco la cabeza para ver mi plato vacío.

Asiento con la cabeza, forzando una sonrisa.

—Ya lo hemos hablado, Taly—advierte él con una voz severa—. Tengo que volver a hablar contigo.

—Cada vez que los veo, me da la sensación de que están más empalagosos —farfulla Rosa con su semblante burlón, rodando sus enormes ojos redondos.

—No, solo nos hemos llevado bien, es como mío... Tiene mi nombre en su pie —bromeo.

—Eso es cierto, tengo con plumón permanente. En fin, ahorita nos vamos a reunir con todos los niños para jugar, los premios van a ser unas fresas. —Paxton rodea mis hombros con ambos brazos, luego me suelta, levantándose  y marcharse.

Fresas.

Esa palabra suena eco dentro de mi cabeza, imágenes atraviesan mi memoria. El primer momento en qué Kent fue quien me recibió la pizza, porque llegué un poco tarde después de la garantía, como desde ese día fue él a quien yo le entregaba la pizza en mano, intentando coquetear conmigo. Días después me entero de que le molestó mi pequeña discusión y apuesta enamorarme, porque anhela romper mi corazón.

Mi pizzera es una idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora