—Lamento no haber venido antes abuelo, ya no tengo mucho tiempo libre —deja el ramo de claveles blancos sobre la tumba y limpia la superficie de esta con su mano quitando algo de tierra y telarañas—, los exámenes me están matando.
Yuji sonríe al decir esto último, su abuelo era bastante molesto respecto al estudio.
la lluvia, que antes caía con lentitud, va tomando fuerza a medida que pasan los minutos, Yuji aun tiene mucho que contarle a su abuelo, pero duda que su paraguas pueda soportar la lluvia torrencial que estaba pronosticada para más tarde, así que se despide de su abuelo prometiendo volver cuando tenga el día libre.
Caminar por el cementerio no es tan escalofriante como algunos piensa, es un lugar tranquilo en la cuales muchos pueden visitar a sus seres queridos, Yuji particularmente es ese tipo de gente y en su mayoría reconoce varios rostro cuando va porque el cementerio del pueblo no es tan grande.
Aunque la gente que tiene frente a sus ojos es bastante nueva.
Un hombre alto, robusto y de cabello negro y algo largo cubría con su chaqueta a un pequeño niño que cargaba en sus brazos con el que compartía algunas similitudes.
Yuji ve como ambos, posibles padre e hijo, se empapan bajo la lluvia mientras parecen observar una tumba de aspecto muy nuevo que indicaba la reciente muerte de alguien. Sin pensarlo más de dos veces se dirige hacia ellos.
—Señor, tome mi paraguas.
El hombre lo mira con algo de sorpresa, pero acepta extendiendo una mano y tomando el paraguas.
—Gracias chico. —pronuncia el hombre, Yuji le sonríe mientras mira un poco al niño, este lo mira con sus bonitos ojos verdes llenos de curiosidad, piensa que apenas debe tener unos 3 años.
—No hay de que.
Seguidamente de esas cortas palabra Yuji sale de debajo del paraguas y comienza a caminar bajo la lluvia hasta la parada del autobús, tiene suerte de que esta no esté tan lejos. Espera pacientemente mientras revisa su celular, el autobús seguro se retrasará por las lluvias pero no tiene apuro en volver a la casa.
Al cabo de media hora ve al mismo hombre del cementerio con su hijo pasando enfrente suyo, el niño es el que sostiene el paraguas en lo alto, sus miradas chocan y Yuji vuelve a sonreír, el chico hace lo mismo mientras parece llamar la atención de su padre, el hombre levanta una mano a modo de saludo y sigue con su camino.
Algo le hace creer a Yuji que esta no será la última vez que los vera.
