2° Neighbors Au

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El apartamento 304 era conocido por tener un inquilino bastante especial, o eso le dijeron a Toji cuando se mudó al 305, quizás al verlo con su hijo pensaron que era buena idea advertirle sobre su extraño vecino, la verdad es que a Toji no le importa lo que haga el rarito del 304.

La primera semana que pasa allí es tranquila, Megumi se pasa la mayoría del tiempo en la escuela y el trabajando, así están poco en el departamento, quizás habían exagerado demasiado sobre su vecino. Ni siquiera parecía que alguien viviera en el 304 y hasta el momento no había visto a nadie entrar en él.

Toji olvida el tema y sigue con su vida, tiene demasiados problemas como para pensar en estupideces.

Excepto que a un mes desde su mudanza tocan su puerta insistentemente a las 3 de la mañana, Toji se levanta furioso al ver la hora, golpeara al bastardo que se atrevió a despertarlo a esas horas, pero cuando abre la puerta del otro lado se encuentra a un adolescente de aspecto raro.

—¡Disculpa las horas vecino! Pero perdí mis llaves, ¿Me dejarías usar tu balcón para entrar a mi departamento?

Toji mira al tipo de pies a cabeza, el niño tiene el cabello teñido de rosa chicle, una buena cantidad de perforaciones en cada oreja, cicatrices en su rostro, musculatura que se dejaba ver a pesar de usar una sudadera de gran tamaño y altura decente. No es como si el tuviera mejor aspecto pero se había asegurado de no parecer un delincuente como el chico frente suyo.

Al final deja que el chico entre y use su balcón porque es muy tarde y solo quiere irse a dormir, Toji se sorprende un poco al verlo saltar con tanta agilidad y aterrizar como si fuera un gato, pero olvida lo extraño que es el tipo cuando este se gira y regala una sonrisa.

—¡Prometo compensártelo!

No duerme lo que queda de noche.

El nombre del niño rarito era Itadori Yuji y no tiene idea que hace para ganarse la vida, pero debe de ser algo bueno porque a los días de conocerlo recibe una caja en nombre de su vecino, dentro de ella estaba la consola que Megumi lleva meses pidiéndole.

Desde esa vez ve mas seguido al adolescente en el edificio y pese a su apariencia algo extravagante termina dándose cuenta que era un chico bastante normal aunque muy amable para su gusto. Además de que a Megumi parece agradarle mucho y eso es muy raro considerante que su hijo era alguien un poco cerrado.

Las cosas pudieron quedar así como una divertida anécdota de un vecino un poco único, pero un fin de semana que Megumi se quedó con su madre Toji escucha gemidos provenientes del 304, puede hacerse una idea porque el también fue joven, pero la cosa es que Itadori gime varios nombres y puede oír más de una voz.

Luego de varias horas los sonidos se detienen y escucha como las invitados de Itadori se van, Toji a los minutos se encuentra llamando a la puerta 304.

—Perdone el ruido señor Fushiguro —se disculpa el menor que solo vestía una remera de gran tamaño y nos pequeños shorts, Toji puede ver una gran cantidad de mordidas y chupones a los largo de su cuello y hombros—, Megumi me conto que pasaría unos días con su madre y tenía que aprovechar.

—¿Así que decidiste tener una orgia?

—¿Los vecinos no le contaron? Soy alguien bastante vocal en mi trabajo.

—Parece un trabajo exigente.

—Lo es, ¿Quisiera probarlo? —ve como el niño se lame los labios mientras su mirada viaja por todo su cuerpo.

Toji lo mira por largos segundos antes de empujar al rarito de la 304 dentro de departamento y cerrar la puerta detrás suyo.

🔥 TojiIta Week 2021🖊Where stories live. Discover now