--Ella murio de cancer hace un año y tres meses--Dije limpiandome las lágrimas

--Lo siento mucho linda--Dijo ameli tomando mi mano consolandome

--Te parece que este es el momento para llorar hanna?--Dijo bruno mirandome serio

Quería matarlo! Como podía decirme eso? El no tiene idea lo que es perder a una madre.

--Bruno podrías ser más considerado!--Dijo su mamá retandolo como a un niño

Tomé un poco de agua de mi copa y me alivie un poco.

--Dijiste victor moore hanna? Tu eres la hija de victor de la que tanto hablan?--Dijo octavio

--Y-yo no sabía que hablan de mi las personas, pero si, mi padre es victor moore--Dije

--No te agrada el mundo de la mafia no es así linda?--Dijo amelie

--No, no me agrada--Dije incómoda

--Pero... te enamoraste de un mafioso! Mi hijo!--Dijo riendo

Yo solo rei incómoda, como decirle que no me enamoré de su hijo? Como decirle que el solo me tiene extorsionada?

°°°
La cena había terminado, bruno y su padre estaban en su oficina solucionando unos negocios y amelie y yo estábamos sentadas en los sofás de la sala mientras tomábamos un té con torta de postre.

--Que edad tienes hanna? Olvidé preguntarte--Dijo amelie

--Diecinueve--Dije bebiendo un sorbo de café

--Ay! Pero que pequeña eres!--Dijo riendo

--S-si--Dije incómoda

Espero que no haga más preguntas sino me meteré en problemas...

--Bueno tampoco esta tan mal, bruno tiene 29 y tu 19, ya eres mayor de edad así que no hay de que preocuparse--Dijo riendo

--Claro--Dije sonriendo y tomando otro sorbo de té

Me agotaba tener que estar sonriendo y fingiendo toda la noche.

--Bueno cielo, creo que ya debemos irnos antes de que comience a llover--Dijo actavio entrando a la sala

--Esta bien, fue un gusto conocerte hanna, espero verte pronto--Dijo amelie abrazandome

--El gusto es mío--Dije sonriendo

--Nos vemos pronto hanna--Dijo octavio abrazandome

Una vez que todos nos despedimos iba a subir las escaleras para ir a mi habitación pero bruno me interrumpió.

--A mi habitación hanna!--Dijo subiendo las escaleras

Me quedé callada y lo seguí.

Tenía que cumplir mi parte del trato por papá.

Entramos a su habitación y me quedé parada estática observándola, su habitación era negra y gris con luces led rojas en toda la habitación, y tenía un espejo gigante que cubría toda una pared... parecía un telo.

--Seguro traías a tu putas aquí--Dije con asco

--Y tu eres una de esas putas hanna--Dijo en mi oído sonriendo victorioso

Como pude decir eso sin pensarlo!

Lastimosamente yo acepté ser su acompañante, pero no tenía opción!

--Desvisteme--Dijo serio

Tenía que actuar fríamente al igual que el, sin sentimientos, cruel! Solo serán dos años hanna, solo dos.

EN MANOS DE UN MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora