No quise despedirme de mi madre. Ni de Nathan. Solo irme. Sólo eso.
Estábamos en el avión sentado juntos. Solo nos dijimos buenos días al vernos. Desde ayer. Ese abrazo. No hemos tenido una conversación. Le abracé. Nos quedamos minutos así y me fui a mi habitación. Nada más. Miraba la ventana de el avión incómoda. Tapaba con mi pelo la cara cada dos por tres. Le miraba de reojo a ver que hacía, y no hacía mucho. Charlotte no seas tonta. Giraba mi cabeza disimuladamente mirándole a él.
-¿Que pasa?.-Pregunto él, sin mirarme.- -Nada, nada.-Giraba mi cabeza de nuevo, mirando a la ventana, hice una mueca sintiéndome tonta.- Mejor lo ignoró. No le veo muy contento desde esta mañana. Y me daba que pensar. -¿Que os paso entre Nathan y tú?.-Preguntó de repente.- -Hm.-Trague saliva al escucharle, volvía a mirarle despacio.- Tuvimos una pequeña pelea, nada más.- -¿Fue por qué estuve yo?.- -No.-Conteste rápidamente, rodaba mis ojos, aunque le volví a mirar.- No fue por ti, fue por que..-Miraba a otro lados, intentando fingir bien.- La distancia, él no quería que me fuera en realidad.- -¿Y por que lo has hecho?.- -Por que es mi trabajo.- -Pero si le quieres, te quedaría modelando en América.- -Lo sé pero..-Baje mi mirada a él, extrañada.- -¿Le quieres?.- Se acomodó en el asiento. Se estaba tensando. Vi como tragaba saliva. Veía en su mirada ansioso por una respuesta. -No se que siento.-Le decía susurrando, negando despacio.- Este año sin verle, la distancia, he pensando en muchas cosas.- -Hm.-Tyler echaba un suspiró, giro su cara mirando a otro lado.- Bajé mi mirada a su mano. La tenía cerrada en un puño. Bajaba mi mano a la suya tocándola. Acariciaba su mano viendo como se abría.
Giraba su mirada a mi sin esperarselo. Abría la palma de su mano sin parar de acariciarle. Le funcionaba siempre. -No quiero pensar en Nathan, quiero pensar en lo que pasará de aquí en adelante.-Dije sin parar de mirar en sus ojos, susurraba.- -Como quieras.- Asentía entrelazando su mano con la mía. Cada vez que me dejaba llevar. Más actos quería hacer.
-¿Y tú éstas bien? Esta mañana estabas un poco serio.-Volvía a susurrar.- -No quiero pensar ahora en nada.- -Esta bien.-Seguia susurrando, asintiendo.- Sin cortarme. Me apoyaba en su hombro despacio. Note como me apretaba la mano Tyler. Se que le pasaba algo. Pero él era a sí. Sigue siendo el Tyler que conocí en la Universidad. Da igual que no me cuente nada. Estaré ahí. **** La semana de vacaciones había acabado. Otra vez volver a trabajar. Y como no. Era la hora de irnos a la báscula. Algunas habían engordado y la echaron. Yo me mantenía, pero me pedían que adelgazará unos kilos más. Era duro por que con lo delgada que ya estoy. Se me van a marcar todo los huesos. Trabajo va, y trabajo viene en Brasil. Y en Brasil como siempre había fiestas. La mayoría de los modelos se iban de fiestas. Yo estaba en el hotel, descansando. No quería irme a ningún lado. Me incline hacia la maleta para coger alguna prenda. Vi que metí dos fotografías. Una de Nathan y otra con Tyler. Me quedaba mirándola como si tuviera que elegir una elección.
Decidí mejor quitarme el colgante que me regaló y guardarlo. También guardaba las fotografías. Eché un suspiró levantarme de la cama. Miraba el teléfono que había en la mesita de noche. Me movía de un lado a otro. No quería llamarle. Pero quería para pedirle perdón. Para aclarar las cosas. No sé. Mejor le llamaba.
Estaba la señal por un rato. Le volvía a llamar tres veces. -¿Que?.-Preguntaba Nathan, cogiéndolo.- -Hola Nathan, soy.. soy Charlotte.-Suspiré.- -Hola.-Decía seriamente.- -Se qué éstas enfadado, lo sé, y lo siento por no haberme despedido de ti, pero es que estaba..- -Estabas y éstas enamorada, de otra persona.-Lo soltaba de golpe, como nada.- -No, no vuelvas a decir eso Nathan.-Dije con rabia, intentando contenerla.- -Te fuiste Charlotte en vez de quedarte, y la formas que le mirabas, lo dice todo.- -Es mi trabajo, no le miró de ninguna forma y no tengo nada, pero nada con él, si no.. no te llamaría.- -No sé.. no sé que pensar, sufro escuchandote pero también sufro si no te escuchó.- -Y yo sufro si tú sufres.- -Hm.-Se quedaba en silencio.- -Si quieres cuelgo y..- -Tu madre ha vuelto a debilitarse las piernas, y necesita tratamientos.- -¿M-mi madre?.-Me sentaba mejor, preocupandome.- ¿Que le ha pasado Nathan?.- -Nada, solo le cuesta andar, yo voy todo los días a verla y la ayudó, pero si no tiene de nuevo sus sesiones, volverá a estar.. en silla de ruedas.- -No.. no me digas eso.-Tapaba mi boca, negando, se me llenaba los ojos de lágrimas.- -Solo se pondrá buena si..- -Si, si.-Asentía, me sentía agobiada.- Voy a mandar dinero, cada mes, voy a reunir luego dinero para irme a Chicago para siempre, dejaré el trabajo, y estaré con vosotros, lo prometo.-Hablaba notando mis lágrimas en la mejilla.- -Te esperaré entonces, y no te preocupes, se volverá a poner bien.- -Hm.-Me quedaba quieta al escuchar sus palabras, me sentía tan mal por el daño que le hacía, cerraba mis ojos cayéndose más lágrimas en mi mejilla.- Gracias por ser como eres, no te merezco.-Hablaba en voz baja.- -Lo hago por qué te quiero, y no digas eso, ¿vale? Te quiero.- -Hm.-No podía contestar a lo ultimo que decía, respiraba hondo abriendo mis ojos, limpiaba mis lágrimas.- Lo siento.- -No has hecho nada malo, solo tenerme tan enamorado de ti.- -Hm.-Sonreí un poco, echando un suspiró.- -Te dejaré descansar, ¿vale? Y te esperaré.- -Yo volveré, lo prometo.- Cuando me despedí de él. Colgaba el teléfono negando. Tenía mis lágrimas cayéndose en mi rostro. Me echaba en la cama tapando mi cara con la almohada. No podía. No podía. Era la peor persona de el mundo. No se merece qué éste conmigo. Él en el fondo sabe qué tengo sentimientos por Tyler. Y él encima cuida a mi madre. No paraba de llorar. Lo siento, lo siento, lo siento. Pensaba una y otra vez. Hoy no podría dormir muy bien. No con la consciencia muy tranquila.
Esta vez nos íbamos a quedar en Brasil más tiempo. De ensayo y ensayo nos daba descanso. Cogía mi botella de agua dando un par de sorbos. Hablaba también con Kitty. Se nos acercó Chris junto a Tyler.
-¿Venís hoy de fiesta o que?.-Preguntaba Chris.- -Yo no iré, descansaré para mañana.-Contesté.- -¿Por qué? Por Dios en el trabajo tambien nos merecemos una fiesta al menos.-Decía Kitty.- -Mañana es el gran desfile, y quiero estar bien.- -Si estar bien es tener el aspecto como una muerta.-
-Si estar bien es tener el aspecto como una muerta.-Volvía a decir Kitty.- -¿Como un muerta?.-Pregunté extrañada.- -Estas muy delgada, y tienes mal color de piel, ¿De que te vale de todas formas descansar?.- -No la agobies, dejala.-Decía Tyler.- -Solo digo lo que pienso.-Decía ella.- Chris cogió la cara de Kitty callandola con un beso. Y a sí se enrollaron. Me quedaba mirando mi piel. Ya me rallo. Subí mi mirada a Tyler. Tyler echó una risa negando. Sonreí un poco de lado levantándome. Me cruzaba de brazos.
-No le hagas caso, yo te veo bien.-Decía él.- -Tiene razón, como poco desde que me dijieron que adelgazará un poco más.- -Deja de adelgazar entonces, te pondrás mala de verdad.- -No puedo.- -¿Por qué no? Tienes mucho dinero, puedes.. puedes volver a estu..- -No puedo.-Le cortaba sin que terminará la frase.- Mi madre otra vez, sus piernas..-Suspiraba mirando a otro lado.- Otra vez esta volviendo como antes.- -¿Qué? Mierda, es decir.-Decía liándose, carraspeaba su garganta.- Lo siento Charlotte.- -No pasa nada, tendré que seguir trabajando, luego.. reuniré dinero y volveré a Chicago, para siempre.-Subí mi mirada a él.- -Eso significa qué..- -Significa que me quedaré con Nathan.-Decía afirmándole, asintiendo un poco.- -Claro, es.. entendible.-Decía sin dar crédito, mirando a otro lado.- -Eso no quiere decir que yo tenga senti-..-Decía intentando hablar.- -Lo he entendido, de verás.-Asentía sin mirarme.- Lo imaginaba ya.-Me miraba de repente, notando el músculos de su cara tensarse.- Claro.-Se giraba despacio andando, se iba lejos de mí.- Cerraba mis ojos unos segundos. Abriéndolo después. Tapaba mi cara con disimuló intentando controlar mi llantina. Lo que le iba a decir era qué.. no significa que yo tuviera sentimientos por él. Por qué los tengo. Pero no estoy destinada para el. Aunque me gustaría. Pero no puedo. No puedo.
No me habló desde ese día. Lo único que podía hacer era modelar. Y cada vez que modelaba me costaba. Me daba unos pequeños mareos. No se me notaban. Pero me notaba como el cuerpo por dentro. Se iba apagando. Tenía la salud muy mal. Me faltaba vitaminas. Y alimentos para poder estar bien. Esto lo hacía por un bien. Era por mi madre. Y por tener un feliz futuro.. con alguien que no quiero.
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El precio de la vida.
Ficção AdolescenteCharlotte Jenkins tan solo tiene 18 años. Entra en la universidad de América más cara y famosa junto a su mejor amigo Nathan. Pero no por que sean ricos, si no por su buenas notas. Es por eso que la reputación de ambos cambiarán. Aunque ella sigue p...
