-Lo que el rey ordene.- respondió su hijo con ironía par luego salir del salón.

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-¿Y, en serio, te pidieron eso?- le preguntó Jack a su hermano mayor con incredulidad.

Ambos estaban en el jardín real del castillo y sentados en una de las bancas. Era el único lugar donde podían hablar con normalidad y privacidad.

-¿Puedes creerlo?- exclamó Hiccup molesto- Creen que debo hacer lo que ellos digan. Ya es suficiente de que me tenga que ver en secreto con Mérida.- resopló.

-Eres el heredero legítimo a la corona, eres como un peón más para la monarquía.- le recordó el peliblanco con gracia.

-Ash, desearía poder pasarte la herencia de la corona a ti, hermano.- suspiró el castaño bajando la cabeza.

-Sabes que yo sólo soy el adoptado. Jamás seré legítimo para la corona. La única manera de que yo sea el siguiente heredero, es que mueras ahora, sin hijos. Así seguiría yo en la lista.- comentó con una media sonrisa.

-Oye, no eres "sólo el adoptado".- refutó Hiccup dándole un amistoso golpe en el brazo- Eres el favorito de mamá, eres el privilegiado de ser miembro de la familia real, pero sobretodo; eres mi hermano.- le confesó con amor y sinceridad.

Jack le sonrió de vuelta con las mismas sensaciones y emociones.

-Gracias, hermano.- agradeció- Escucha, tengo una sesión privada y especial con Bocón, pero le dije a Elsa que la traería para pasar el día. ¿Puedes recogerla por mí?- le pidió.

Su hermano asintió.

-Ya me debes varias.- reclamó el mayor, pues al parecer no era la primera vez que recogía a la novia de su hermano. Aunque, por una parte le convenía, pues así podría tener un pequeño tiempo para ver a su amante en secreto.

El príncipe heredero de supo de pie, pero al dar sólo un par de pasos, la voz de el ojiazul lo detuvo.

-Solo una cosa más, Hiccup...- esas palabras hicieron que el mencionado volteara a verlo- ¿En verdad, la amas?- preguntó.

Pero Hiccup no respondió, sólo lo vió con una expresión neutra en su rostro, antes de seguir con su camino.

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El gemido de Mérida junto al gruñido de Hiccup, fueron lo único que se escuchó dentro del vehículo del joven príncipe, en cuanto ambos llegaron al clímax de su encuentro sexual.

-Eso estuvo... Muy bien.- comentó la pelirroja entre jadeos aún sentada a horcajadas sobre su amante.

-Sí, lo hiciste bien.- opinó fríamente el castaño sin atreverse a mirarla, pero esto no duró mucho, ya que ella lo tomó de la mejillas para que la mire a los ojos.

-¿Me puedes decir qué te pasa?- le preguntó- Has estado tenso y raro hoy.-  reclamó.

De lo que no estaba enterada, era que Hiccup aún tenía en la cabeza la pregunta que le hizo su hermano menor. Ahora se daba cuenta de que todo lo que ellos hacían cuando se veían, era acto sexual, ni siquiera una conversación seria tenían.

¿Aún la amaba? ¿O ahora sólo era una atracción sexual? ¿Sólo es algo para no sentirse solo?

Haddock se formulaba preguntas, pero tenía miedo de las respuestas.

^MY LADY ASTRID^Where stories live. Discover now