𝐏𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐨𝐜𝐮𝐥𝐭𝐨 || 𝐌𝐚𝐣𝐢𝐧 𝐁𝐮𝐮

𝟎 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬

Inspirada en la historia de KingOf_Hell titulada "La novia del monstruo"

Rubi

Desperté en el bosque, no me podía levantar, mi cuerpo aún no reaccionaba, traté de recordar lo que sucedió.
El doctor Gero estaba molesto, había alguien más con él, creo que era una mujer, era hermosa. Akgo salió mal conmigo y me desechó, no me dejó junto con las piezas dañadas, sólo me dejó en el bosque. Al menos recuerdo mi nombre humano, pero no el de androide. Así es, soy una androide de la patrulla roja.

Todo fue tan rápido, apenas comencé a moverme de nuevo y me senté.

Mi ropa estaba arruinada, con la poca energía que tenía me eleve por los aires y fui a la ciudad más cercana, solo esperaba poder conseguir donde quedarme.

Meses después...

Los dulces me restauraban la energía al máximo, por lo que me volví adicta con el tiempo, conseguí dos trabajos y después de unas semanas un apartamento, incluso me compré ropa nueva.

Estaba en mi turno de la mañana como camarera hasta que toda la gente de afuera gritaba y escapaba de aquel monstruo con apariencia de insecto, si algo recuerdo, es que puedo volar y tengo gran fuerza, comencé a ayudar a la gente a huir, aquel bicho raro venía por mi hasta que llego un sujeto verde con una capa blanca.

Me era familiar, si mal lo recordaba en ese momento, se llamaba Piccolo. Luchó contra el monstruo mientras yo seguía ayudando a los que quedaban.

El doctor Gero me había dado información sobre los guerreros Z, es por eso que recuerdo sus nombres.
Ayudé a Piccolo cuando tuvo problemas, llegaron otros dos tipos, uno lo reconocí de inmediato, era Krillin, el otro no, pero era guapo y tenía el cabello color lavanda.

El bicho raro desapareció luego del kaioken que nos cego.

Pasaron tantas cosas luego desde que conocí a Piccolo, Krillin y Trunks, todos los guerreros Z estaban frente a mi, les conté sobre mi, omitiendo al señor Gero, probablemente van a matarme si se enteran que trabajaba para él. Les sorprendió el hecho de que una "simple humana" podía volar y tenía un nivel de energía elevado.

El bicho se llamaba Cell, al escuchar su nombre recordé que era una de las creaciones del doctor G.
Absorbió a los dos androides finalmente y, admito que se veía lindo, propuso hacer un torneo que decidiría el destino de la tierra. Decidí no incluirme en el combate, cuando nadie estaba observando me acerqué a la arena que había creado Cell. 

—Es muy curioso que hayas decidido unirte a ellos —Mencionó, no tengo idea de como se percató de mi prescencia—. Sé que estas ahí.

Salí de mi escondite y lo observé, estaba serio, rígido como estatua y con los brazos cruzados.

—¿Te acuerdas de mí? —Pregunté.

—No sé todo sobre ti, pero tú no deberías estar con ellos —Respondió.

—Yo decido que hacer y no estoy dispuesta a seguir las órdenes de un viejo asqueroso.

Cell simplemente sonrió por mi respuesta.

—¿Ellos saben de ti? —Interrogó.

—Solo saben que deben saber —dije. En un parpadeo, él me estaba ahorcando.

—Entonces no creo que les afecte tu muerte —La vida se me iba, sentí el ki de Piccolo, me estaba por ayudar, pero me liberé de alguna manera que casi no recuerdo. Solo sé que Piccolo habló con Cell, no escuché la conversación porque huí del lugar, pensé que Piccolo me mataría, en cambio, él me buscó y comprendió mis motivos, no me preguntó de mi pasado, pero sabe lo que soy y me dijo que me entrenaría en secreto, yo acepté, solo que no pelearía contra Cell

Pasaron los diez días y, aunque no pueda creerlo, Gohan, un niño, venció a ese monstruo, lastimosamente Goku murió en la batalla, me caía bien, no se porqué el doctor G. quería matarlo. Otra de las cosas malas es que un payaso se quedó con el crédito y no Gohan.

Sentí pena por Gohan, lo acompañé en esos días que seguía triste por su padre, cuando dijo que su madre estaba embarazada y preparó un almuerzo para celebrarlo, él me invitó y ahí conocí a Bulma, Milk, Launch y la androide 18, por suerte no sabe quién soy.
Me hice amiga de ellas con el tiempo, comencé a trabajar en la corporación Cápsula como ayudante de Bulma, pues sabía algo de mecánica también y no quería desperdiciar eso.
Todo iba de bien a mejor, me convertí en la madrina de Maron, la hija de 18 y Krillin.

Era la primera vez que tenía amigas.

Bulma me recibió muy bien, le conté que tenía amnesia y que era huérfana, me creyó, de hecho me ayuda muchísimo. Me atrevo a decir que a veces la veo como una madre. El pequeño Trunks creció conmigo como una hermana mayor, el niño era igual que su padre en cuanto al carácter, pero al menos era más soportable. Vegeta me cae bien, él no opina lo mismo, no confía en mi, espero que no sospeche nada de mí.

Siete años desde aquel torneo en el que murió Goku, ahora estamos por ir en el torneo dónde pelearemos contra Mr. Satán, aquel payaso que quería enfrentarse a Cell, N 18 y los demás van a participar. En cambio, yo iré de espectadora nada más, le pedí a Piccolo que oculte a los demás sobre mi gran fuerza. Estuvo de acuerdo conmigo y no dijo nada para protegerme.

Recuerdo que una vez Bulma le pidió a Vegeta que me buscara, para aclarar ese día fui a un parque de diversiones y me entretuve, digamos que demasiado con los juegos, no respondí las llamadas de Bulma. Vegeta no pudo encontrarme, no sentía mi Ki, y además estaba entre la gente. Piccolo fue el único que me pudo encontrar desde el templo de Kamisama, o eso creo, recuerdo que Vegeta comentó lo raro que le pareció que yo no tenga Ki, recordándole a 17 y 18. Ese día la ansiedad no me dejó, pues pensé que él me haría algo.

Nunca fue así, Piccolo se dispuso a entrenarme en secreto, Mr popo y Kamisama me animaban siempre, incluso me defendió de las veces que Vegeta trataba de sacarme información.

A pesar de que todo era genial, las noches eran la excepción, sueño con una versión de mí que al parecer trata de salir, es malvada, no veo su apariencia con claridad, lo que sí veo, es que tiene cola, y pantalones ¿holgados? No sé que es o que significa, sólo espero que estas pesadillas terminen.

A parte de las pesadillas, siento que alguien me sigue. Me aterraba el hecho de saber que alguien me observaba siempre.

Debí prestar atención a esos detalles, pero de no haber sido así, no habría llegado hasta donde estoy hoy. Esta es una historia que según el conocimiento que tengo, sucede en una linea de tiempo, donde yo existí, una donde conocí a alguien y mis secretos, estaban al borde de saberse.