𝑭𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒖𝒆𝒍𝒈𝒂𝒏 𝒃𝒐𝒄𝒂 𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐 [𝑮𝒂𝒃𝒓𝒊𝒆𝒍 𝒙 𝑶𝑪]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈 ~𝐇𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬~

PIRRO =ALEX (Las razones de ese mote mas adelante).

La primera actividad consiste en tirolinas, qué suerte la mía (por favor qué se note la ironía). Bien, he aquí un nuevo dato sobre mi persona. Odio, pero de verdad ODIO las alturas, él solo pensarlo hace qué él estómago se me revuelva y sienta ganas de potar, pero al parecer la mayoría de gente no concuerda con mi fobia. Algunos incluso se creen lo suficientemente buenos cómo para ser capaces de hacerla desaparecer. Bien, he aquí mi consejo, a no ser qué te lo pida, qué ni se te ocurra acercarme a una altura, por qué no seré la única perjudicada.

Logan está reuniendo a todo él mundo para colocar sus arneses, cómo puedo me escabullo entre la gente cojo un libro de mi mochila y me voy hacia los árboles. Las hojas frondosas y los anchos troncos tienen dos ventajas, una, me protegen y me esconden, y dos, son cómodos.

Cerca de mi casa, a unos dos minutos en bici había un árbol, creo qué estaba muerto, o podrido, pues en primavera no florecía, pero aun así a mi me encantaba ese árbol. A papá no le gustaba acercarse allí, ni aunque estuviese yo, una vez dijo qué sentía él espíritu de mamá cerca del árbol, y eso lo perturbaba. Una razón más por la cual era mi sitio favorito.

Encuentro uno algo torcido, es adecuado por lo qué me siento y abro él libro.

-¿Por qué no estás con los demás?- Pregunta una voz después de unos quince minutos.

Alzó la vista para encontrarme con un chico de baja estatura, lleva él arnés colgando y él casco en la mano. Debe de haber bajado por la tirolina y ahora está volviendo.

Sin darle mucha importancia giro la vista de nuevo al libro, pero él no se mueve.

-Te he echo una pregunta ¿sabes?- vuelve a repetir.

-No me gustan las alturas.- Respondo, por favor qué se vaya ya.

-Esa no es razón.- Ya empezamos.

-Si viene un león y te dicen, mete la cabeza en su boca ¿lo harías?- Se queda callado.- Ya, eso pensaba.

-Pero no es lo mismo.- Dice mientras se acerca y me coge de la mano.- Me tienes a mi nena, soy Dariush por cierto.

No puede ir en serio.

-Lo qué tendrás es cero nenas y mucho dolor si no me sueltas.- Dariush me hace caso, cierro él libro y me voy.

-Es la peor forma de ligar qué he oído jamás.- Se ríe Logan, no se cuando ha llegado.

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Él día se acaba, y sigue él siguiente. Nos vamos de excursión al río, a montar en canoas. Dariush pasa corriendo a mi lado mientras me siento en él asiento de copiloto, pues todos los sitios de detrás están ocupados.

-Bien, abrocharos los cinturones.- Nos advierte Logan.- Qué me han quitado él carnet.- Busco mi cinturón, espera ¿qué?

-¿A qué te refieres con qué te han quitado él carnet?- Pregunto preocupada.

-Ahh, Dre, tu siempre tan preocupada.

-No me conoces.

-Eso da igual. ¿Todos abrochados?- Pregunta mirando por él retrovisor.- Bien, pues haya vamos.

Logan pisa él acelerador y tomamos rumbo hacia él río. Bajo la ventana pues él olor y él calor son sofocadores y miro por ella.

-¿Alguna vez habías visto algo así Dre?- vuelve a preguntarme Logan.

Niego con la cabeza, me preocupa lo qué haré después de esto, pero prefiero centrarme en las maravillosas vistas de delante.

Una vez que llegamos a nuestro destino y descargamos todas las cosas de la furgone, todo iba bien hasta que recibimos la noticia:

-Lo siento chicos, un niño se ha cagado en la canoa al bajar los rápidos.- Una oleada de desaprobación inundó la estancia.- ¡Cosmo! Vamos a necesitar otra manguera. Serán solo unos minutos.

-Venga, un poco de caca no da miedo.- Dijo Logan.

Y así ambos adultos empezaron a discutir, y luego a hablar de potas, donde me da lugar a otro dato, soy la mar de sensible para estos temas. El lugar es bonito, por lo que me pongo mi gorra y me dirijo al bosque alrededor. Mi plan era simple, ir a dar un paseo tranquilo, cómo de unos diez minutos hasta qué la cosa se calmase y pudiese volver otra vez, para está vez si montar en canoa (Intentando evitar la manchada). Pero mi plan no tenía qué incluir a Dariush y su estúpida idea de ayudarme a superar los miedos.

-Hola nena.- Dice pasándome un brazo por los hombros, es gracioso porque para ello tiene qué estirarse un poco.

-No me llames nena.

-Valee, tranquila.

A día de hoy sigo sin saber cómo lo hace, tiene una especie de superpoder o no sé qué, pero es capaz de irritar de tal manera qué dejas de prestar atención a tu alrededor. Hasta qué de repente se calla, él efecto se acaba y te ves a ti misma en una roca al borde de un salpicadero, y a él detrás, impidiéndote él paso.

-¡Me cago en tus muertos Dariush!¡Sácame de aquí!- Gritó aterrada.

Cada vez qué miro hacia abajo él suelo parece estar más lejos. Mis ojos no logran enfocar un punto fijo, noto cómo mis manos sudan y las piernas me tiemblan.

-¡Qué demonios crees qué haces! Dejame irme.- Volví a gritar.

Y aquí fue donde cometí mi error número dos (si, no me he equivocado, más adelante entenderéis mi error número uno). Me giró a mirar a Dariush, la gravilla hace qué mi pie resbale, todo pasa a cámara lenta, noto cómo mis piernas dejan de tocar algo sólido, veo la cara de horror de Dariush, y por último no veo nada. He cerrado los ojos.

Nota de autora: Holii ¿Que tal?

He aqui un nuevo capitulo de flores que cuelgan boca abajo, espero que os haya gustado.

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