Una parte tuya (Lit Killah)

CAPITULO 14

"Me tiene muy mal esa piba, la estoy pensando to el día, su cara, sus ojos, su labial rojo..." Hechízame 

Narra Lit

—Hola putos  —Los saludo al entrar a casa. Estaban todos sentados en frente de la tele, Ali y Tiago en la alfombra se reían juntos de algo que veían en internet, mientras que Rusher y Delfi en el sillón con joysticks en la mano discutían jugando a la play. 

—Hola bro —Se levanta el Gotti para saludarme con el puño y Ali lo sigue

—Eh ¿y ustedes no me piensan saludar? —Digo sentándome torpemente entre mi chica y Rusher

—¡¡¡Litt!!! —Me reta Delfi por cruzarme delante de la tele 

—Para wacho, le estoy por ganar a tu novia — Me dice el pelinegro sin despegar la vista de la tele, yo solo lo golpeo en la nuca.

—Eh un día que la traigo y ya me la roban —Me quejo pasando mi brazo por sus hombros

—Ya esta la comida genteee — Escucho al FMK desde la cocina

—Bueno se acabó —Apaga la tele Tiago 

—Sos un culiado— Se queja el Rusher

 —Y un roba amigas—Continua Delfina

—¿Un roba que?  —Digo confundido

—Después te cuento —Me contesta llevándome de la mano a la cocina

—Espera —La detengo mientras los otros se adelantan —Te extrañé 

—Yo también amor — me da un pico

—¿Cómo me dijiste? —Pregunto sonriendo con intensión de incomodarla

—Que yo también —Contesta colorada

—No no, después de eso

 —Nada, no recuero haber dicho nada —Sigue mintiendo 

—Dalee, volvelo a decir — Pido haciendo un puchero

—Nop, ¿vamos? —Insiste tirando de mi mano

—Vamos amor —Le susurro al odio comenzando a caminar hacia donde habían ido nuestros amigos

—Sos un boludo — niega sonriendo, la puta madre que hermosa que es.

Ya pasó una semana, sin duda la mejor de la semanas, con los pibes intentábamos cargarnos con las menos responsabilidades posibles para no dejarlas solas mucho tiempo sin embargo era imprescindible que fuéramos un par de veces a la semana al estudio. 

Delfi me acompañaba a todos lados a los que iba y eso me encantaba, conoció el estudio, al Big y a gran parte de mi entorno. Alicia se llevaba de 10 con los pibes y se hizo super amiga de Tiago, al principio con Delfi pensábamos que había algo de onda entre ellos pero con el paso del tiempo lo descartamos. 

En cuanto a nuestra relación, estábamos en algo y todos lo sabían, pero no teníamos un titulo, para ser sincero si pensaba pedirle que sea mi novia pero todavía no había llegado el momento indicado, quería que sea especial.

Por las tardes cuando podíamos recorríamos la cuidad y al llegar a casa a la noche prendíamos streem y la pasábamos genial, por suerte a los poco días de que ella llegara aclaramos todo a nuestros fans y con el paso del tiempo se fueron olvidando de lo ocurrido la semana anterior, obvio nadie nos creyó al negar la relación pero no los podía culpar, a veces eramos demasiado obvios y no faltaban los comentaros como "cuando confirmen nos hacemos los sorprendidos" pero con el tiempo nos acostumbramos. Sabia que Delfi prefería no blanquear nada por ahora, mucha exposición junta le daba algo de miedo, y podía entenderla; lamentablemente los medios a veces son una mierda y si sin blanquear nada ya hasta la comparaban con mi ex imagínense si blanqueábamos que si había algo. 

Hoy sábado era el único día en que todos estábamos libres así que decidimos invitar a nuestros amigos a casa para después ir todos juntos a la "Bresh".

—¿Así estoy bien?— Pregunta Delfi posando en la puerta del baño. Trrae un jean de color celeste, suelto y medio desgastado con un top negro de un solo hombro y unas Jordans en los pies y yo solo pensaba en como carajos era posible que alguien se viera tan perfecta —Emm tal vez mejor me pruebo otra cosa— Dice dudosa ante mi silencio

—No no —Contesto rápido levantándome de la cama —Te queda hermoso— Le digo acercándome hasta donde estaba parada, ella sonríe y me derrito, no puedo creer lo afortunado que soy de tenerla a mi lado— Sos perfecta Delfina, te amo

—Yo mas Mau  —Me contesta uniendo nuestros labios, luego de unos segundos comencé a bajar mis manos lentamente de su cara a su cintura a atrayéndola mas hacia a mi mientras acariciaba cada una de sus curvas, ella hundió sus dedos en mi cabello. Paramos ante la falta de aire pero al mirar sus hermosos ojos expectantes no pude evitar volver a besarla, la puta madre lo que amaba a esa mujer.

El beso se fue intensificando y lentamente fuimos caminando hacia la cama, sin despegar nuestros labios, su mano bajo de mi cuello a mi pecho para descansar a la altura de mi corazón, comencé a tocar su abdomen y subir la mano hasta el borde inferior del top negro que tan hermoso le quedaba pero era solo un obstáculo en ese momento, ella suspiró profundo al sentir mi fino rose en su piel desnuda, sus rodillas chocaron con el borde de la cama y ambos nos dejamos caer sobre ella, apoyé mis manos a los costados de su cintura para no aplastarla y volví a unir nuestros labios, las suyas viajaron hacia mi espalda y comenzó a hacer dibujos en ella con la yema de sus dedos por debajo de mi remera, me aleje un poco para mirarla, ella solo me miraba algo vergonzosa, tenia los labios bastante rosados y las mejillas rojas por el calor y para mi era la mejor escena que había visto en mi vida, dulcemente comencé a dejar besos por su cuello mientras cerraba sus ojos para sentir el tacto de mis labios en su piel caliente

—WACHOS LLEGUÉ— Gritan desde la planta baja

—Es el Duko —Me dice Delfi

—Que lo atiendan los otros  —Le contesto desinteresado acercándome para volver a unir nuestros labios

—Salieron a comprar la comida  —Me dice acariciándome el pelo

—Duko y la re concha de su madre  —Me quejo levantándome de la cama

—Baja, termino de maquillarme y te alcanzo  —Me dice tiernamente dejando un beso en mi mejilla

—Bueno, pero esto no se queda así —La amenazo entrecerrando los ojos al salir de la habitación y puedo escuchar su risa desde el pasillo.

Literalmente este era uno de los días mas felices de mi vida, el tenerla aquí me llenaba por completo y aunque me ponía un poco mal pensar que en unos días se tenia que volver estaba seguro que si había personas que podían contra la distancia éramos nosotros.