Capítulo 50

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Es increíble, cómo de un año a otro me cambió la vida.

Había pasado una época tan mala, y de golpe, una luz enorme nos ilumino a mí y a Molly.

Jared me había dado de todo pero también lo habíamos pasado mal. Tuvimos obstáculos, y aun así los seguimos teniendo. En general, tuvimos una época difícil pero la supimos superar con tranquilidad. Tenía que pensar en mi bienestar, y en el de mis hijos.

—Lya —me llamó Megara por décima vez.

—Dime —dije con una sonrisa.

— ¿Cuál te gusta más? —preguntó la rubia.

—Mm... Éste —señalé el vestido largo y de tirantes para la boda de Megara.

—Es bonito, pruébatelo —dijo dándomelo. Era precioso, color rosa pastel, escote de honor, por dos dedos encima del muslo, y con volantes al final del vestido.

—Vale —respondí entrando al probador. Me quité la ropa quedando en ropa interior y me lo puse.

Vaya...

— ¿Estás ya, Lya? —preguntó Megara pero yo seguía admirando mi cuerpo en el vestido. Salí y ella junto a la dependienta se quedaron boquiabiertas.

—Quiero este —dije sonriendo.

—Las damas de honor, llevarán este y tú serás una — dijo Megara, sonreí y entré en el probador para quitármelo y pagarlo. Me puse mi ropa y salí con el vestido. Lo pagué y salimos de la tienda.

— ¿Y tu vestido? —pregunté.

—Aquí —rió señalando la tienda de al lado. Entramos a la tienda y ella habló con la chica del mostrador mientras ésta le traía una vestido.

—Iré a probármelo —dijo. Asentí y aproveché para llamar a Jared.

— ¿Si?

—Hola Jared.

—Hola guapa.

—Ya tengo vestido, ahora iremos a por el tuyo y volveré a casa.- dije.

—Genial, por cierto, tu madre ha llamado.

— ¿Qué dijo?

Dijo que vendrían a casa en una hora.

—Justo a tiempo. Bueno Jared, me voy ya, Megara saldrá enseguida. Cuida de Molly.

Colgué y vi a Megara salir con el vestido de novia, era hermoso. Blanco y refinado.

—Estas hermosa, Meg —susurré.

—Nos lo llevamos —murmuró sonriendo.

(...)

—Me da igual lo que seáis, mi hija no necesita una abuela —dije con rabia a mi madre mientras miraba de reojo a Jared jugar con Molly.

—La mujerucha esa no es su ab-

—Esa mujerucha, cómo tú la llamas, es la mejor mujer que he conocido. Me ayudó cuando estaba sola y también cuidó a Molly aún sabiendo que no es su nieta biológica.

—Nos veremos en la boda de Megara, menos mal, le contaré a toda la familia lo zorra q-

—Bueno, ya está. No voy a tolerar que le falte el respeto a mi familia.

—Y encima maleducada.

—Fuera —dije empujando a mi padre bruscamente. Ellos salieron y suspiré cerrando la puerta.

—Mami —me llamó mi hija, pero sinceramente, no tenía ganas ni de verme a mí misma.

—Iré a hacer la cena.

(...)

—Molly, te estás manchando —le dije limpiando su mancha de Ketchup.

—Siiiii —habló riéndose. Solté una risita ante su inocencia y seguí viéndola mientras terminaba de comer.

—Ya está, ve con papá a que te ponga el pijama —le dije besando su frente y cogiendo los platos sucios para lavarlos. Me sequé las manos al terminar, y subí arriba pero vi a Jared bajar muy bien vestido.

— ¿Te vas?

—Me han invitado a tomar algo —fruncí el ceño.

—Oh.

—Con unos amigos, sí, eso —dijo nervioso, asentí y se fue sin decir ni hacer nada.

Me puse el pijama y me metí a la cama, no sin antes asegurarme que Molly estaba durmiendo y arropada. 

Lya Thompson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora