11. Duelo.

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Los duelos son una tortura. Pero si hay algo tortuoso es tener que procesar un duelo... en vida. 

No es como si pusieras clavo por clavo las trabas al cajón y lo vieras desaparecer tras la tierra... no. Son tus clavos y tu cajón pero no hay muerto. Cuando se duela en vida se sabe que el muerto sigue caminando por ahí como si nada. Vos lo ves como un zombie, los demás lo ven como un humano, y el problema también es que querés dejar de verlo... hacer el duelo radica en aceptar la ausencia, pero es difícil hacer eso cuando el muerto se te pavonea por la cara cada dos por tres. En el super, en el trabajo... 

Y empezás a desear, con toda inocencia, por supuesto, que tu duelo fuera real. O que te saliera un trabajo en Mongolia para no verlo más.

Así le pasó a Belén después de la tercera semana de ver a su ex novio saludando a sus compañeros, delante de su cara con su sonrisa infernal. Como si no le hubiera roto el corazón.

Y ella no culpaba a terceros. Lo culpaba a él... Porque se suponía que en el duelo debía enterrarlo, pero desde adentro del cajón se estaba poniendo clavo por clavo a ella misma bajo tierra.

Hasta que al final del día se hartó de llorar.

«¡Te voy a enterrar, y va a ser hoy!» exclamó con una angustia atroz.

Y escribió todos sus sentimientos rotos en una carta kilométrica que dobló con cuidado cuando ya estaba por despuntar el alba en la ciudad. La puso en una caja de zapatos y clavó la tapa con la abrochadora. 

Salió al patio con las primeras luces, observó un rincón lejano... incluso si movía el alambrado que separaba a los vecinos, ya sería problema de otro y no tendría ese muerto en su jardín.

Cavó una fosa decente para el tamaño de la caja y lloró más echándole tierra. Ni plantas ni flores adornaron la tumba. Corrió el alambrado y prefirió tener un metro menos de terreno a soportar pisar la ubicación de esa tumba cada vez que tomara un jugo bajo los árboles del jardín. Clavó la estaca del alambrado y limpiándose las manos, respiró el aire puro de la mañana. Parecía aliviada e incluso el día parecía verse más luminoso.

—Muerte súbita —dijeron los médicos.

—A veces las apneas en realidad son problemas de corazón no estudiados —razonó el otro explicándole a la familia del cadáver. 

—Sí, parece haberse ahogado en sueños... y nunca pudo despertar.

Belén notó la ausencia de su ex novio en el trabajo esa mañana y no tuvo tiempo de intrigarse. La llamaron de la gerencia y le ofrecieron un trabajo en la otra punta del mundo.

—Mh, entonces fue eso, ojalá lo hayan disparado a la otra punta del planeta contraria a la mía —dijo—. Y que le vaya bien.

Nunca hagas una tumba en tu jardín, nunca sabes si estás realmente parado sobre césped desnudo, o un antiguo cementerio aborigen que oye tus intenciones.

¡¿Ya es Octubre de nuevo?! - Fictober 2021Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon