harry

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el omega se quedó callado antes de abrazarlo con fuerza, harry le besó la cabeza hundiéndose en su aroma y en su calidez, en la forma en la que su cuerpo se presionaba al suyo y como sus corazones volvían a estar juntos.

"lamento haberte lastimado, gracias por darme otra oportunidad." lo escuchó decir tan bajito que creyó haberlo imaginado. "tengo sesiones dos veces por semana, quizá no te vea algunos días."

"eso está muy bien amor mío." harry acunó sus mejillas, sus zafiros brillaban. "te amo."

"te amo, te amo con todo el corazón." sollozó y se cubrió la cara avergonzado. "y me gusta ser tuyo."

"oh dulce omega." el alfa lo abrazó marcándolo con su aroma. "me gusta ser tuyo también, todo tuyo."

"hice..." hipó tallando sus ojos con rudeza, harry tomó sus manos para que no se hiciera daño. "hice un nido."

"¿un nido?"

el omega asintió luciendo avergonzado.

"¿puedo verlo?" preguntó con timidez.

los ojos grandes y azules de su omega lo observaron unos segundos antes de asentir.

—•—

"¡cómo se te ocurre irt..." johanna se quedó callada cuando lo notó entrar de la mano de su hijo. "harry, hola."

"buenas noches jay." harry saludó amablemente.

"no habías venido." la omega miró a su hijo que pretendía ignorarla. "¿te quedas a cenar?"

"lo haré." el alfa sonrió.

"estaremos arriba." su omega murmuró antes de tirar de su brazo y prácticamente arrastrarlo hasta su habitación. "está un poco desordenado porque no tenía muchas ganas de hacer nada."

"no importa bebé." harry sonrió amplio cuando notó las mejillas sonrojadas del ojiazul.

el omega abrió la puerta lentamente y encendió la luz, su rostro estaba de un rojo intenso cuando harry pasó su mirada al nido; estaba en la esquina de su habitación y pudo notar todas sus prendas en él, quiso preguntar por qué parecía que un tornado había destruído todos sus muebles pero prefirió no hacerlo.

"es hermoso omega, hiciste un nido perfecto." harry le acarició las mejillas ruborizadas.

el omega le besó la palma y se sentó en el centro de su nido sobre sus pies jugueteando con sus dedos.

"quiero que entres y que lo marcas con tu aroma porque comienza a desvanecerse." no lo miró, lucía vulnerable y avergonzado.

harry asintió y se quitó la sudadera y desató la bandana de sus rizos porque sabía que su omega amaba jugar con su cabello y entró al nido, era suave y cálido y olía mucho a aquel muchacho de ojos azules y corazón frágil.

se acostó y el omega se acurrucó sobre él besando su pecho.

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