Notita 1- Les recomiendo que usen la imaginación para este capítulo. No es nada común pero creo que es bastante bueno.
Después de haber pasado todo el día juntos ambos omegas llegaron a sus respectivas casas con sus regalos, sus madres lloraron de felicidad mientras sus padres los abrazaban orgullosos, habían decidió que en una semana más irían al bosque para su cortejo animal, ambos tenían que prepararse mentalmente para lo que venía pues sería un mes completamente solos en su forma lobuna.
El esperado día llego para ambos omegas, se despidieron de sus familias y se pusieron en marcha, Harry llevaba una mochila con una carpa y varios cambios de ropa, mientras que Louis llevaba mantas e igualmente ropa.
Se encontraron frente al límite del bosque y sonriendo se tomaron de la mano para adentrarse en el lugar, charlaban, reían y recogían flores por el camino, llegaron a un punto alejado donde no pudieran ser interrumpidos y además había un lago, entre risas armaron la carpa y acomodaron sus cosas.
Ambos se miraron, se acercaron al otro y se besaron profundamente y con amor, sin decir nada asintieron, quedando de espaldas comenzaron a quitarse la ropa hasta quedar desnudos, ambos cerraron los ojos y al abrirlos ya no eran más humanos.
Un hermoso lobo de pelaje blanco, pequeñas pero fuertes patas y ojos azul intenso, Louis, su lobo interno salía a flote. Un precioso lobo castaño de suave pelaje, fuertes y largas patas y profundos ojos verdes se encontraba mirando al lobo blanco, Harry, su lobo era majestuoso.
Ambos lobos se acercaron y frotaron sus cabezas, unieron sus frentes admirando los ojos ajenos, el primero en separarse fue Louis quien después de mirar a Harry salió corriendo a través del bosque, al girar vio al lobo castaño corriendo tras de él, corrieron y jugaron por horas.
Había llegado el momento más especial del cortejo, la primera cacería, ambos omegas cazarían una presa como ofrenda a su omega, los lobitos se miraron una vez más y se fueron en sentidos contrarios
Harry corría velozmente a través de la naturaleza, los árboles, las plantas, los insectos, el roció y las aves lo hacían sentir libre, perseguía un gran conejo blanco, sus fuertes patas sonaban estruendosamente contra la humedad del suelo, sus fosas nasales expedían vapor caliente, sus ojos verdes acechaban con intensidad a su presa, su corazón bombeaba con fuerza y golpeaba rítmicamente su pecho, sus orejas atentas a cada sonido de la naturaleza, su omega interior aullaba eufórico por la libertad de estar en su habitad, con un poco más de velocidad logro alcanzar al conejo, tenía la ofrenda a su omega. Se detuvo y dejando al conejo aprisionado entre su gran pata y el suelo miro hacia el cielo y aulló con fuerza.
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