• Capítulo 3: Para bajar de peso •

877 110 254
                                    

Dedicado a Bogaboo05 ; feliz primer añito de amistad bestie. ✨💕

Pasó aproximadamente unas dos semanas en cama debido a la tremenda alergia que agarró debido a las plumas de Edgar; con un malestar subía y bajaba como montaña rusa, mareos circunstanciales, y un poco de fiebre.

Y cuando finalmente pudo recuperarse, la inesperada visita de su tía Amelie y Félix, acabaron con los planes de Adrien de ir inmediatamente a recuperar sus besos.

¿Por qué el mundo era tan malo con él si era un chico bueno, con un corazón de oro, y un héroe ejemplar?

Hoy en día nadie sabe cómo apreciar el esfuerzo de uno; que desgracia.

Y para rematar, como le tocaba una sesión de fotos, tuvo que ir, con Félix acompañándolo de paso porque su tía insistió para que al menos tuviese compañía de alguien.

No le molestaba tener que estar con Félix, al contrario, cada momento que podía pasar con su primo era bueno (de algún modo) pero tenía el chance de darse una escapada rápida para ver a su novia cuando le tocará su descanso, y que Félix estuviese allí lo hacía complicado porque muy capaz le haría todo un interrogatorio de a dónde iría.

Muy capaz.

Pero en fin; una vez el Gorila los dejó a  él y a Félix en el sitio donde sería su siguiente sesión de fotos, un bonito lugar a las orillas del Río Saint-Martin, fueron primero hacia donde se encontraba el fotógrafo para saludarlo, sin embargo, el hombre al ver al modelo, ahogó un grito de horror por lo que vió.

—¡Adrien! ¿¡Pero qué te ocurrió!?—. Casi gritó el hombre.

El mencionado se miró de pies a cabeza para, no notando nada raro en él.

—¿Qué, exactamente?—. Cuestionó el ojiverde. —¿Tú me ves algo mal?—. Le preguntó a Félix.

—Sólo la nariz con un ligero color rojo pero nada que el maquillaje pueda cubrir, supongo—. Mencionó Félix, rodando los ojos indiferente.

—¡Eso no!—. Siguió diciendo el fotógrafo. —¡Eso!

Le hombre señaló en dirección al estómago de Adrien, poniendo una cara de indignación. El chico se miró la zona señalada, sin notar nada de lo que decía el profesional.

—¿Qué?—. Volvió a cuestionar, muy confundido.

—Estás... ¡Gordo!—. Exclamó con horror.

¿Oyeron eso? Parecía vidrio quebrándose desde el interior del joven modelo.

—¿Gordo?—. Dijo el ojiverde en un hilo de voz mientras sus ojos empezaban a picar.

¿Cómo así...?

—No puedo permitir que salgas en la próxima revista con esos kilos de más—. Siguió diciendo el hombre, con un excéntrico dramatismo.

—Por favor, no se ve nada, él está como siempre—. Mencionó Félix, con tal de no seguir escuchando una locura como esa.

Hasta que de pronto, el fotógrafo se le quedó viendo a Félix tan detenidamente que el chico ya se estaba poniendo incómodo.

—¿Qué tanto me mira?—. Preguntó.

—Tú eres misteriosamente muy parecido a Adrien—. Mencionó, analizando con detenimiento al chico. —Demasiado diría yo... ¡Ya está! ¡Te harás pasar por Adrien en esta sesión!—. Dijo feliz, antes de tomar la mano de Félix y arrastrarlo a los camerinos.

Métodos Poco Convencionales Para Obtener Un BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora