Capítulo 3

3.8K 464 282
                                    

El modo de aterrizar era repetitivo. Kara no entendía cómo es que Mister Mxyzptlk era un ser mágico implacable e inteligente y acababa con el culo en el suelo cada vez que cruzaban un portal. Aunque esta vez Kara no le ayudó a levantarse. El diablillo se indignó y bufó en voz baja mientras se alisaba el traje y la kryptoniana le echó una mirada asesina.

—¿Qué? Me has quitado la mano —regañó Mxy ignorando sus ojos homicidas.

—Es que cada vez que intento preguntarte algo me empujas a un portal y estas son las consecuencias —discutió la rubia cruzándose de brazos. Su amigo arqueó las cejas de manera interrogante y alzó la barbilla, preguntando no verbalmente de que se trataba—. Quiero saber porque suspiras tanto y pones esa cara de desilusión cada vez que te digo que no he encontrado las respuestas que necesito.

—¿Supongo que es porque había esperado felizmente a que lograras tu objetivo y no lo has conseguido? —respondió el mago casi con indiferencia, frunciendo ligeramente el ceño. La rubia hizo una mueca porque tenía sentido, aunque no estaba muy convencida porque su rostro y mirada trasmitían otra cosa—. El tiempo vuela —interrumpió Mxy sus pensamientos, agitando la mano con desdén delante de sus ojos—. Ya sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?

Señaló el fondo del callejón y Kara observó su recorrido hasta ver la acera. Luego miró hacia atrás para asentir, pero Mxy ya no estaba y la heroína soltó un largo suspiró. De nuevo, le había dejado sola y ahora ni le dejaba despedirse, pero no iba a quedarse a refunfuñar. Le hizo caso una vez más y siguió con este magnífico plan, pero, nada más salir del estrecho sitio, arrugó la frente.

Como en las otras Tierras, el logotipo de la fachada del edificio era el mismo. Se le olvidó completamente las mismas preguntas puesto que el mago le había asegurado que no tenía las respuestas. Sin embargo, a Kara le extrañó un poco la coincidencia. Esta vez Mxy ni siquiera demostró y declaró su gran poder de la intuición. Estaba segura de que lo había dado por hecho.

No se quedó a preguntarse porque ni siquiera obtendría las respuestas. Voló hacia el edificio con los mismos pensamientos, abandonando las emociones negativas como esa pequeña ansiedad de no saber que le deparaba. Se convenció que el trauma (así quiso llamarlo) que le dejó en la última Tierra que acudió era insuperable. Llegó al balcón y, como era de esperar, Lena Luthor estaba ahí frente a su portátil. No esperó a que le echara una mirada y toqueteó la puerta para llamar su atención.

Respiró hondo hasta esperar una respuesta de sus facciones y determinar un poco por donde iban los tiros por si era buena o mala reacción. Y esta vez sintió como recorría un poco de pánico por su cuerpo cuando Lena le puso una cara horrible, pero no dejó que el miedo se apoderase de ella hasta que estuviera segura. Aprendió a no dar las cosas por sentado y esperó pacientemente, viendo como la CEO se levantaba de su asiento.

—¿Desde cuándo llamas a la puerta, Supertonta?

Bien. Eso no se lo esperaba. Lo último que se imaginaba es que Lena corriese la puerta y le recibiera de esa manera tan sarcástica. No eran palabras mordaces, pero tampoco era como si le estuviera dando la bienvenida. No sabía si se trataba de una broma o un juego entre ellas y esto era un saludo normal.

—¿Streaky te ha comido la lengua o qué? —preguntó Lena rompiendo el silencio entre que ponía los ojos en blanco y se apoyaba en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

—¿Streaky? —interrogó Kara sin poder evitarlo por pura curiosidad.

—¿Te has pegado contra un árbol otra vez y te has olvidado de tu Supergato? —se burló la pelinegra arqueando la ceja y la rubia arrugó la cara.

—¿Un gato con superpoderes?

—¿Te estás haciendo la tonta para que te dé la razón o te tengo que repetir que es normal que los gatos salten hasta cinco veces más de su propia altura? —cuestionó Lena antes de torcer los labios.

La magia del amor de Mister Mxyzptlk | Supercorp AUWhere stories live. Discover now