Capítulo 6

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El aterrizaje volvió a la normalidad. Aparecieron de nuevo en el estrecho callejón, cerca de la empresa. Kara miró a Mxy y se encogió de hombros, dejando claro que no tenía ni idea de por qué en la Tierra anterior se habían desviado y ahora estaban de nuevo aquí. Simplemente señaló el final de la calle con la mirada y la rubia asintió, sabiendo lo que quería decir: para saber si estaban volviendo a la "normalidad" desde que comenzaron su plan. Y en efecto, el nombre de L-Corp de la fachada volvió a alumbrar el edificio.

Kara se quedó quieta y alzó la barbilla, mirando aquella compañía con cierta nostalgia y soltó un suspiro pesado. A pesar de tener esa lucha interna sobre lo que estaba haciendo; de que esto probablemente era demasiado tonto o de que quizá estaba siendo optimista de que podría hallar algo cuando ciertamente no estaba segura y a lo mejor volvía con las manos vacías... prometió que no iba a darse por vencida y haría lo que sea hasta tener ese último intento.

Ella tenía la esperanza de que fuera todo lo contrario, de que este trabajo no fuese en vano, y que, después de encontrar esa perspectiva, pudiese enfrentarse a Lena.

Se imaginó que, después de hablar las cosas y pasase un tiempo de sanación, ella volvería a aterrizar en el callejón de su propia Tierra para acudir al almuerzo con su mejor amiga como tanto echaba de menos. Poco a poco volverían a esos mensajes de texto hasta la madrugada o tener una sesión de cine con su hermana y Kelly o Nia y Brainy. Quedadas para restaurantes nuevos y malcriarse mutuamente. Admitió que echaba de menos hasta la col rizada de Lena. En definitiva; dejar de echar tanto de menos.

Kara bajó la mirada y lució una mueca cuando pensó en la otra parte.

Honestamente, nunca quiso ponerse en lo peor. El no hallar la respuesta quizá era tortuoso, pero había algo más. Y es que nadie le aseguraba de que podría salir bien si llegase a encontrar aquello que tanto buscaba. De hecho, pensó que Lena incluso podía enfadarse más o tener otra reacción diferente.

Pero agitó la cabeza de un lado a otro, negando ese pensamiento. Había aprendido tantas cosas que, si eso pasaba, no se iba a martirizar. Si después de su último intento, Lena no quisiera estar en su vida, también tenía que aceptarlo. También tenía que dejar ir porque era su decisión. Ella solo quería que la pelinegra fuese feliz.

No obstante, a partir de ese momento, lo borró de su cabeza porque aseguró que, después de haber pasado por todas estas historias, estaba menos preocupada de que eso sucediera. No por solo lo que había vivido ella, sino también por lo que sus paralelos habían dicho sobre su Lena. Puso la mano en el fuego de que lo único malo que pasaría es que Lena no la escuchase, como estaba haciendo ahora, pero sabría habría un momento en que lo hiciera.

Había aprendido que la pelinegra era muy importante para ella. Más de lo que había pensado. Había conocido a otras Lena y sus otras yo. Y, aunque tuviesen relaciones diferentes a la suya propia, les habían enseñado que había que tener paciencia, había que darle tiempo y espacio, tenían que comunicarse adecuadamente y hacerle ver que ellas también podían con todo.

Las otras Tierras les había enseñado que, con Lena, era ella misma. Las cosas se podían solucionar y podían llegar a un acuerdo y, aunque su mejor amiga no se lo había dicho directamente, sus ojos llorosos gritaban lo que no quería decir: que Kara no estaba sola en esto, que ella quería lo mismo.

Siempre había un grito más de que estaba dolida y la echaba para atrás. Por eso Kara estaba aquí; para ayudarse y hacerle entender a su mejor amiga que quería sanar eso, para que viera que estaría siempre ahí y que de verdad quería arreglar las cosas. Quiso averiguar cómo expresar todos esos sentimientos sin vacilar ni balbucear, sin que Lena se escapara o huyera y que la tomara en serio, que lo estaba diciendo con todo su corazón y que esa era la única realidad.

La magia del amor de Mister Mxyzptlk | Supercorp AUOnde histórias criam vida. Descubra agora