CAPITULO SIETE

8.3K 1.3K 343
                                    

Todos estaban en silencio, aún continuaban sorprendidos de que su grupo ahora estaría incompleto por un largo tiempo.
El siguiente día para Harashi fueron solamente despedidas, su padre le dio un día para arreglar cualquier asunto y así fue. Primero fue su primer amiga, Emma, ambas lloraron cuando pensaban en el tiempo que estarían separadas, no era solo una amistad ahí existía un amor entre dos hermanas de distinta sangre, aún así su querida amiga la apoyaba.
Lo siguiente fue reunir a todos sus amigos, Manjiro, Draken y el resto de la pandilla. Entre ellos había un gran silencio, algunas lágrimas se derramaron por parte de Takemichi, Harashi le suplicaba que parara o terminaría llorando junto a él, fue en vano porque todos derramaron al menos una lágrima por la noticia.

Acordaron de verse justo antes de que se fuera, ella tomaría el último tren así que les daría tiempo para dar una última despedida.

Al final sólo quedaron ella y sus fieles idiotas, Kazutora, Chifuyu y un Baji serio, su querido hermano no había dicho palabra alguna desde que supo aquello, Harashi no podía soportar el silencio entre ellos dos, no quería que su hermano estuviera triste por su partida y entendía que por eso él mantenía intentar tener la mejor compostura ante tal cosa.

– Entonces... ¿estás diciendo que hay una forma de evitar la preparatoria? – La pregunta desconcertó a todos, Harashi ahora prefería verlo llorar y sufrir por ella.

– No la hay si eres Baji. – En cuanto escuchó esas palabras Keisuke se lanzó contra Kazutora para golpearlo por llamarlo tonto indirectamente.

– Baji-san, apenas pudiste pasar a segundo año.. – Todos empezaron a reír en ese momento, era evidente que en su mente estaba la imagen de todos esos cuatro idiotas durante el verano intentado hacer que un año entero de escuela entrara en tres días en la diminuta cabeza de Baji para que no perdiera el año. 

– Es cierto, tonto. Tú eres la razón de esto, si no fueras tan bobo no tendría porque ayudarte a estudiar y terminar siendo yo la que entienda todo. –

– Pero miren el lado bueno, aprobé. – Keisuke mantenía en el rostro una sonrisa de total orgullo.

– ¡CON LA NOTA MÁS BAJA! – Gritaron los otros tres al unísono.

Tal vez no era la despedida que Harashi tenía planeada pero aún mejor, si se iba al menos sería feliz por causa de esos tres. Incluso, ese torpe miedo de que al volver ellos la olvidaran se desvanecía por completo, la amistad entre ellos podía superar cualquier cosa y eso no se dudaba ante nada.

                               ( . . . )

Harashi estaba despidiéndose de sus abuelos con lágrimas en los ojos, tantos para los tres era muy duro separarse después de haber vivido por años juntos y lo peor era no saber cuándo sería su reencuentro.
Insistieron en acompañarlos hasta la estación pero Harashi se negó, sería aún más difícil para ella tener que subir al tres y ver como se alejaba de su familia, no podía.

Padre e hija llegaron con una hora de anticipación a la estación, el tren abordaría a las 8:00 por lo que aún le daba tiempo a sus amigos de llegar. Los minutos pasaron y pasaron, faltan diez minutos para abordar y su padre estaba en insistente en que era hora de ir, pero Harashi aún deseaba esperarlos un poco.

En la calle pudo escucharlo el ruido de motocicletas y las luces de todas estas alumbraban un gran camino, en ese momento supo que eran ellos y una gran sonrisa se dibujó entre sus labios.

– Llegaron. – Fue lo único que dijo antes de correr hacia ellos, le tomó por bastante sorpresa que todo la Toman estuviera presente y portarán sus uniformes, eran unos presumidos. – ¡Chicos! – Corrió abrazarlos, los cuales la recibieron gustosos.

– Lamentamos la tardanza. – Dijo Draken. De detrás suyo apareció Emma y las lágrimas de inmediato inundaron los ojos de ambas, no dudaron dos segundos en abrazarse.

– No se te ocurra cambiarme allá, oíste, debes volver. – Harashi sólo asintió y se acercó a su oído.

– Y tú no vayas a dejar ir a tu hombre, me costó mucho juntarlos. – Las mejillas de Emma se pintaron de rosa al escucharla y sólo soltó una risa nerviosa.

– ¡Harashi! Ya es momento de irnos. – Gritó su padre desde antes.

– Hagamos esto rápido entonces. – Toda la Toman hizo una línea detrás de los capitanes y subcapitanes, al frente se encontraban Draken y Manjiro.

– ¡HARASHI KONOE! – todos los de alrededor posaron sus miradas en ellos y la dulce Konoe sólo quería callar a Manjiro por hacerle pasar tal vergüenza. – Has sido una gran amiga para todos, hermana y un digna rival por años, tú te has ganado un título único para ti.

Baji dio un par de pasos para entregarle una chaqueta, el uniforme distintivo de la Toman, los ojos volvieron a llenarse de lágrimas al recibir todo eso, era el mejor regalo que pudo alguna vez desear.

– Mitsuya la hizo especialmente para ti. – Ella sabía el honor que era eso.

– HARASHI KONOE, DESDE EL DIA DE HOY PARA SIEMPRE. – Las manos de Manjiro se posaron sobre los hombros de Harashi mirándole con una sonrisa. – SERÁS PARTE DE LA TOKYO MANJI GANG. –

Ella saltó de emoción hacia Manjiro, abranzadolo con fuerza, el resto de los chicos no dudo en sumarse a la escena.

– Chicos... gracias. – Fueron sus últimas palabras antes de separarse y tener que correr hacia su padre. Todos alzaban su mano para despedirla, Takemichi lloraba nuevamente junto a Chifuyu, Kazutora volteaba el rostro para que nadie supiera que también lloraba, en cambio Baji sólo la miraba con una enorme sonrisa y susurraba un vuelve pronto hermana.

Estando abordo del tren no podía parar de llorar, siempre soñó con ser parte de la Toman y ahora por fin lo era.

Abrazó la chaqueta con fuerza antes de ponérsela, pero se detuvo para leer lo que llevaba.
Al costado tenía algo distinto a los demás, no decía capitán, subcapitan, comandante o subcomandante.
Era algo distinto que hizo amar más a todos esos idiotas, era otra cosa, una que volvió a hacerla sonreír.

"El corazón de la Tokyo Manji Gang."

𝐀 𝐦𝐢𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬. || Shinichiro Sano. Место, где живут истории. Откройте их для себя