Broken +18

Desde el comienzo

La chica que tanto había investigado estaba enfrente mía y tenía que admitirlo parecía ser la correcta, no me equivoque, desde el momento en que la vi robando las llaves de Morgan.

— ¿Se te perdió algo? — dice con enfado mientras se quita los audífonos y los guarda en su chaqueta

— ¿Y tú eres? — expulso un poco de humo haciendo que haga una mueca
— Parece que a ti se te perdió algo porque has venido hasta mi.

— Te advierto no temo soltar un golpe si es necesario y no soporto a los acosadores — dice entre dientes

Ella está enfadada y mi indiferencia hace que su enojo aumente más, es divertido jugar con las personas.

— La única acosadora aquí eres tú y reitero mi pregunta ¿y tú eres? — elevo la ceja sin dejar el cigarrillo que casi se acaba

— La persona que te enviará a la cárcel por acoso si sigues así, te tengo vigilado Arwan.

Bueno, esto está mal, no debería saber mi nombre.

— Ya veo porque visitas a Morgan, eres una acosadora de primera — digo intentando permanecer calmado

— Te equivocas — muestra mi billetera en donde tengo mi licencia de conducir y cincuenta dolares — Solamente soy buena en lo que hago — me lanza mis cosas

Ella se va prácticamente corriendo y una sonrisa se forma en mi rostro al ver que tiene miedo aunque no lo demuestre, ella era, era la indicada para el trabajo, incluso puede llegar a ser alguien que me gustaría tener en mi vida.

Tal vez yo no tenia las mismas habilidades que ella, pero sabía con exactitud dónde encontrarla, camino sin prisa en dirección a su casa, tocó varias veces a la puerta hasta que escucho un gruñido antes de que la puerta se abra.

— Voy a llamar a la policía — dice al verme mientras intenta cerrar la puerta, pero lo impido

— Necesito tu ayuda Aspen.

Maldición esto no es parte del plan, estoy arruinando mi propio plan, tal parece que tengo más de Acsian en mi de lo que me gustaría aceptar.

— Y yo necesito que dejes de acosarme Arwan — cruza los brazos

— En primera tomaste mi tarjeta de crédito así que me debes algo.

Rueda los ojos y saca la tarjeta del bolsillo de su pantalón y me la entrega con disgusto

— ¿Cómo conseguiste mi dirección?

— La doctora Morgan no es muy buena almacenando sus documentos confidenciales — esbozo una sonrisa

Intento entrar a la casa, pero ella intenta empujarme haciendo que quiera reír ante su poca fuerza.

— Voy a llamar a la policía — dice con un tono firme y demandante — No des un paso más.

— Claro, llama a la policía — me encojo  de hombros — Como tu relación con la justicia es tan buena...

— ¿Qué quieres?

— ¿Me dejas pasar? — levanto la ceja

— No.

— Necesito que robes algo por mi — digo finalmente

— Obviamente me voy a meter en problemas por un completo desconocido — dice con evidente sarcasmo — No me hagas perder el tiempo.

— Tienes que ir con Morgan por orden de un juez o volverás a la cárcel ¿no es así?

— Felicidades descubriste mi oscuro secreto.

— Puedo cambiar eso y ya no tendrías que ir a terapia, en tu expediente aparecerá que tu sentencia fue cumplida.

— No me interesa meterme en más problemas.

Ella cierra la puerta en mi cara haciendo que mi molestia hacia ella y su actitud exesperante.

— ¡Vamos Aspen! — elevo la voz para que pueda escucharme

— ¡Tengo suficientes problemas como para meterme en más por culpa de un desconocido!

— Por favor, es un robo sencillo a comparación de Montecarlo.

Ella se queda en silencio un momento, supongo que esta analizando la situación ya que subestimó mis conocimientos sobre ella.

— ¿Cómo sabes de Montecarlo? — dice al abrir la puerta

— Se encontrar secretos, después de todo no solo tú tienes problemas.

— ¿Y cuál es el tuyo, acosar a las personas y pedirles favores absurdos?

— No exactamente, pero es impresionante lo que hiciste en el
lugar — esbozo una sonrisa — Robar a todos los magnates en un solo juego sin que ellos se dieran cuenta, debes sentirte orgullosa.

— Lo estoy, ¿de qué trata el trabajo?

— Robar un collar — digo sin importancia

— ¿No puedes robar un simple
collar? — cruza los brazos y esboza una sonrisa burlona — ¿De quien es el collar?

— Kalon Rawlings — digo con preocupación a su respuesta

— Muérete — cierro la puerta en su rostro

— ¿No eres tan valiente verdad? — le doy un último golpe a la puerta

Una persona complicada, testatura y con serios problemas y lo peor del caso es que en esta ocasión no hablo de mí.