Aún así, fui directamente a hablar con Negan, siendo totalmente consciente de que podría hundirme con él presente. No obstante, me prometí a mí misma que intentaría no hacerlo.

Entré en lo que parecía ser una sala de descanso. Las paredes estaban pintadas de un color verde oliva horrible, y lo único que había en aquella habitación eran tres sofás, uno de ellos ocupado por Negan. Sus piernas no me dejaban hueco a su lado, así que las aparté de un manotazo y me senté. Una sonrisa lasciva se dibujó en su cara cuando las volvió a subir, pero esta vez encima de las mías.

—No has tardado mucho —acomodó las manos detrás de la cabeza.

—No me gusta malgastar mi tiempo —sonreí—. Cuéntame todo lo que ha pasado. Sobre todo, me interesa saber quién te ha hecho eso en la cara —señalé el moratón que adornaba su pómulo izquierdo.

—¿Quieres los detalles macabros? —rio.

—No, gracias —descansé mi mano en una de sus piernas.

—Recibimos un aviso del líder de Hilltop. Al parecer ellos también tienen una comunidad, Alexandria, y trabajan junto a Hilltop. Una mujer del grupo de tu amigo está embarazada y estaba teniendo complicaciones. El médico de allí es obstetra, así que era su mejor opción. Les interceptamos por el camino e hicimos lo de siempre —suspiró, satisfecho—. Me cargué al puto pelirrojo, no hacía más que molestar. Entonces, nuestro nuevo prisionero se enfadó y me hizo esto en la cara.

—Menudo idiota —bufé.

—Tranquila, ahora viene lo mejor —adoptó una posición sentada, apoyando las manos en las rodillas y mirándome divertido—. Maté a otro de sus amigos. Lucille está muy contenta.

Dirigí mi mirada al bate, el cual estaba apoyado en una pared. Todavía había sangre seca y trozos de carne enganchados en el alambre de espino que rodeaba la madera. Miré a otro lado con una mueca de asco. Había matado a dos personas. Aún me parecían pocas en comparación con las que habían matado ellos. 

—Debiste matarlos a todos.

—No me faltaron ganas, pero sin gente no hay recursos —me cogió suavemente de la barbilla para que le mirase—. Ahora tenemos una comunidad más que trabaja para nosotros. Pronto iremos a Alexandria, ¿vendrás?

—Sí —me quedé pensativa—. ¿Con cuántas comunidades tenemos tratos?

—Sumando a Alexandria, con tres. Hilltop, a cargo de Simon; y El Reino, a cargo de Gavin. Aún no he decidido quién va a quedarse con el mandato de Alexandria, pero podrías ser tú —posó una mano en mi muslo.

—Bien —asentí—. Dwight y Laura también son buenos candidatos.

—Irán contigo, seguirán tus órdenes —cada vez estaba más cerca de mí.

¿De verdad Negan iba a dejarme a cargo de una comunidad? Muchos otros hombres y mujeres llevaban aquí más tiempo que yo, y él decidía poner un asunto tan importante en mis manos. Supuse que querría algo a cambio, pero no se lo iba a dar.

Me levanté rápidamente, desconcertándole.

—Ya hablaremos de esto más tarde, tengo guardia.

—Puedo buscar a alguien que te sustituya.

—No —negué con la cabeza—. Es mi trabajo, no tienes que hacerme favores.

—Está bien —alzó las manos al aire—. Por cierto, ¿te vas a ocupar de tu amigo o quieres que lo haga Dwight?

—Lo haré yo, si me dejas —me crucé de brazos.

—No quiero que tus emociones se interpongan en el trabajo.

Olivia | Negan and DarylWhere stories live. Discover now