Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
《☾✩꧁꧂✩☽》
Fingir es algo que a todos se nos da bien.
Luego de un muy corto fin de semana para algunos y uno muy largo para Kazumi, quien se lo pasó ignorando los mensajes y llamadas de sus amigos, preocupando a sus padres y discutiendo con su hermano por querer pasarse el día encerrada en su habitación escuchando música a todo volumen, el lunes llegó y con él, el regreso a clases.
—Camina más rápido, llegaremos tarde por tu culpa —espeta el rubio cenizo apresurando a su hermana quien camina con desgano detrás de él.
—Debiste dejarme faltar —murmura en replica la castaña.
—¿Cómo se supone que te iba excusar?
—Diciendo que estaba enferma.
—¡No lo estás! —exclama enojado.
—Tengo una enfermedad llamada mal de amores —suelta con drama.
—No dejaré que veas más telenovelas con el Pikachu y Cintas —murmura mientras niega con la cabeza— Apresúrate si no quieres que te explote la cara.
—Intenta explotarme la cara y terminarás como una marioneta —amenaza mostrando su mano mientras activa su quirk aunque lo hilos no son visibles.
Ambos se quedan viendo a los ojos, manteniendo la amenaza que hicieron, hasta que se cansan y sueltan un bufido para seguir caminando.
—¿Y si me haces caballito? Así no llegamos tarde.
—No.
—Oh, vamos.
—Que no, camina.
—Por favor —hace un puchero y el de ojos rubí lleva su mirada hacia otro lado para no caer en la trampa— Hermanito, por favor.
—Tsk, está bien —farfulla, la de ojos castaños sonríe y se acerca a la espalda de su hermano, este se agacha un poco y ella se sube, él la toma de las piernas, ella rodea su cuello con sus brazos y deja caer su cabeza en su hombro.
—Oye —lo llama en murmullo, el rubio hace un sonido con la garganta— ¿Crees que soy bonita?
—¿Qué clase de pregunta es esa? —inquiere frunciendo el ceño.
