— Estaban obligados a retirar los cargos— intervino Hermione, que había mirado con ansiedad cuando Harry entró en la cocina y ahora suspendía una mano temblorosa frente a sus ojos,— no había ningún caso contra ti, absolutamente ninguno.

Harry acababa de llegar al Grimmauld Place y encontró a sus amigos en la cocina por lo que de inmediato les comento como le fue en su audiencia. La señora Weasley se secaba los ojos con su delantal, y Fred, George y Ginny bailaban una especie de danza de guerra mientras entonaban un canto que decía "se salvó, se salvó, se salvó..."

Pasos acercándose a ellos llamaron la atención de todos y vieron a Blair quien los miraba curiosa.

—¿Por qué tantos gritos? 

—Harry quedo absuelto de todo los cargos.—exclamó con una sonrisa su hermana.

—Felicidades, aunque de todas formas no podían hacerte nada, fue en defensa propia.

—¿Y Bill?—pregunto Molly al no ver a su hijo.

—Tenía trabajo extra y me obligo a venir temprano, dijo que intentaría llegar para antes de la cena.

—Oh, esta bien. Espero no tarde mucho.

— Se salvó, se salvó, se salvó... —seguían cantando los muchachos.

— ¡Es suficiente! ¡Cálmense!— gritó el señor Weasley, aunque estaba sonriendo.— Escucha, Sirius. Lucius Malfoy estaba en el Ministerio...

—¿Qué?— exclamó Sirius bruscamente. 

—Sí, lo vimos hablando con Fudge en el noveno piso, luego subieron juntos a su oficina. Dumbledore debería saberlo. 

—Por supuesto—concordó Sirius.— Le diremos, no te preocupes. 

—Bueno, será mejor que me vaya. Hay un baño regurgitante esperando por mi en Bethnal Green. Molly, llegaré tarde, voy a cubrir a Tonks, pero Kingsley va a caer por aquí para la cena... 

—Se salvó, se salvó, se salvó... 

— ¡Fred, George, Ginny, ya fue suficiente!— regañó la señora Weasley, mientras su esposo partía.—Harry, querido, siéntate y almuerza, hoy apenas desayunaste. 

Ron y Hermione se sentaron frente a él, mirándolo aún más contentos que cuando llegó a Grimmauld Place por primera vez. Harry se sentía aliviado y en parte preocupado por el encuentro con Lucius Malfoy. En cuanto a Blair, la castaña estaba tan metida en sus pensamientos que se encontraba muy ajena a la conversación que estaban teniendo en la mesa, ni siquiera noto cuando Molly colocó un plató con comida frente a ella, ni cuando su hermana y cuñada la llamaban.

—¡Maddison!— chillo su hermana haciendo que todos volteen a verlas.

—¿Qué?—dijo mirándola.

—¿Estas bien? Llevó un rato hablándote.

—Si, solo que estaba muy concentrada en otra cosa...—dicho eso el resto volvió a sus conversaciones mientras ambas chicas miraban a la castaña mayor.— ¿Qué ocurre?

—Eso quiero saber, ¿Qué te ocurre?—interrogo su hermana.—Hace unos días que estas rara.

—Nada...— ambas menores compartieron miradas y luego tiraron de la mano de Blair sacándola de la cocina para llevarla a la sala, Hermione miro a su hermana y esta alzó su varita silenciando la habitación.

— Sigues con el tema de la Barbie, ¿verdad?—preguntó Ginny.

—Si, no deja en paz a Bill y estoy segura que a penas me vuelva a Hogwarts, no dudara en lanzársele encima. —soltó.— Bill cuando esta conmigo la aparta pero no me gusta nada, no acepta un "No" como respuesta, es hueca.

—Es una Veela, ¿Qué esperabas?— dijo con obviedad Hermione.

—Hoy le entregue su almuerzo a Bill y ella entro a la oficina como si fuera suya pero cuando me vio su sonrisa desapareció y me miro con despreció, claro que no me quede atrás.

—¿Quién se piensa qué es?— Ginny tenía su ceño fruncido, ya le caía mal la francesa desde que la escucho burlándose de Hogwarts y ahora que intentaba arruinar la relación de su hermano y amiga, su odio por ella creció.

—Siempre que esta cerca de él intenta usar sus encantos Veela, Bill toma mi mano y ella se detiene pero enserio, no se que hará cuando yo no esté. —dijo con notable frustración.

— Tranquila, si ella intenta algo la matamos y si el idiota de mi hermano cae ante ella tendrás a todos tus cuñados apoyándote, incluyendo a mis padres. Sabes que mamá no la tolera.— agregó la pelirroja sacándole una sonrisa a su amiga.—Aprovechando que hablamos de Fleggg.— las hermanas Granger rieron.— ¿Y si la golpeas?— Blair la miro sorprendida.— Oh vamos, ¿Me vas a decir que siempre que se acerca a Bill no te dan ganas de golpearla?.

—Claro que si pero esta Bill y me da cosita.— las chicas rieron ante el sonrojo de Blair.

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