Epílogo

618 52 125
                                    

Mis manos están sudorosas y los nervios no paran de recorrer mi cuerpo, no obstante, tengo una sonrisa de felicidad plasmada en mi rostro. He estado esperando este momento durante mucho tiempo y finalmente ha llegado, no puedo con la emoción que ello me causa.

Escucho cómo me llaman y me pongo de pie, dirigiéndome a la parte delantera.

Mi mente repasa con rapidez todo lo que he pasado para llegar aquí, sé que hay cosas mucho más complicadas en esta vida, sin embargo, eso no quita que me ha llevado mucho esfuerzo. Recuerdo con cierta gracia cómo a veces pensaba que no lo lograría, cómo me resignaba a hacer el mínimo y a hundirme, dejarme fundir con la miseria, y ahora estoy aquí. Mi yo del pasado se sorprendería mucho.

Me coloco frente a todos con altanería, con una seguridad que nunca imaginé tener. Sostengo en mis manos el fruto de todos mis esfuerzos, que luce mi nombre en grande, prueba de lo que logré.

Mis ojos se posan en aquellas personas que me miran con orgullo, haciéndome apoyo y transmitiéndome con sus gestos el honor que les genero. Quiero correr y abrazarles por estar conmigo tanto tiempo, porque nunca creí que tendría una amistad tan fuerte como la que tenemos actualmente. Sé que si algún día me tambaleo me cederán su hombro para apoyarme.

Camino de regreso a mi asiento, para que así la ceremonia continúe. Observo con atención el título en mis manos y mi sonrisa crece. Estuve tanto tiempo continuando el camino sin saber por qué, solo seguía la ruta igual que los demás porque era lo que se me había enseñado que tenía que hacer. Hoy, finalmente, soy capaz de comprender para qué lo he hecho y más importante, qué deseo hacer a continuación.

Mi pecho se siente cálido al recordar cómo se desencadenó mi mejora y mis mejillas se calientan al tener su imagen en mente. Cada día de mi vida le agradezco todo lo que hizo por mí.

Cuando quiero darme cuenta la entrega de títulos ha llegado a su fin y todos se están levantando de sus asientos para conversar con sus familiares, compañeros y profesores. Me pongo de pie al igual y me dirijo con esas personas, las que finalmente considero amigas, borrando la soledad en la que me hundí hace tiempo.

Al encontrarles me muestran con vanidad sus títulos, que al igual que el mío resaltan su nombre en magno. Me alegro infinito por su logro, pero también sé que solo es el comienzo de su exitosa vida. Decidimos conversar un rato, recorriendo todo lo que pasamos hasta el día de hoy, sueños de futuro e incluso cosas más nimias.

El tema se torna a uno en el que yo no tenía mucho para participar mas era de su agrado, por lo que me disculpo y me despido, agregando la idea de que deberíamos quedar en algún lado cuanto antes para celebrar nuestro hito.

Apenas me comienzo a preguntar qué debería de hacer ahora cuando escucho que me llaman a lo lejos. Busco a quién pertenece aquella voz y me emociono de sobremanera al ver su rostro.

—¡Nagito! —Grito, corriendo a sus brazos.

Él me atrapa, tambaleándose ligeramente por el impacto, sin embargo, se endereza con rapidez.

—Hola —saluda con la misma tranquilidad que tanto le caracteriza, aunque puedo notar cierto deje de felicidad en él—, ¿pensaste que no vendría?

—O sea, sí —admito con nerviosismo—. Quiero decir, pensé que estarías ocupado hoy.

—Lo estuve, por eso he podido llegar hasta ahora, me disculpo por ello, me hubiera gustado verte recibir tu título —habla con tristeza—, pero bueno, he llegado. Tenía que verte hoy, no podía perderme algo tan importante para mi preciosa personita. —Acaricia mi rostro con cariño.

Notas de amor [ Nagito Komaeda x Reader ]Where stories live. Discover now