Vendida |Niall Horan| En Corrección

Capitulo 2

Regresando a la realidad, me meto al baño y retiro mi ropa de mi cuerpo y entrar a la regadera. Luego de 15 minutos, con una toalla enredara en mi cuerpo y la otra en el pelo, me dirijo a la cama donde esta lo que me voy a poner.

Bajo y veo que mi madre no a bajado, vaya, si que esta mujer se tarda una eternidad. Así que decido en sentarme cómodamente en uno de los sillones de la sala. Luego de 20 minutos de espero, baja mi mama con un vestido mas caro que el que tengo puesto, un collar y zapatos, que sus mismos ex-novios le han obsequiado.

— ¿Lista mama? —cuestiono parándome y ella me miro con satisfacción y una sonrisa, algo me esta escondiendo.

— Claro hija y estas muy linda esta noche.

¿Quien eres y que le hiciste a la bruja de mi madre?

— Amm gracias.

— Entonces, vámonos.

Salimos y pedimos un taxi, yo solo me fijaba por las calles que Londres y como la luna reflejaba su luz en esta noche.

— ¿Mama con quien cenaremos?—digo sin apartar mi mirada de la ventana del taxi.

— Ya veras.

Al decirme eso me confundió más ¿Quien sera?. Pero no es que ande preguntando por sus ligues, pero no me quiero topar con un abuelito o alguien casi de mi edad.

Sin darme cuenta, ya habíamos llegado, al ver el restaurante casi se me cae la boca al ver el restaurante de 5 estrellas, pero sin decir nada entramos y el encargado nos atendió.

—Buenas noches ¿Nombre de la reservación?

— Buenas noches y a nombre del señor Horan—contesta mi madre.

— Si el señor Horan las está esperando, pasen.

A mi y a mi mama nos llevaron a una mesa y estaba un joven de unos 24 años ¿Creo? pelo rubio, se ve que es teñido y algo alto, ay madre ahora quien es tu siguiente víctima.

—Señora Parks me alegro de verla—dice el joven al vernos y al mismo tiempo se levanta.

— Igualmente—el joven la ayuda a sentarse a un silla a su lado y yo por mi propia cuenta me siento en la única que quedaba.

— ¿Tu eres Amy, cierto? —pregunta mirándome con una sonrisa.—

¡¿Como supo mi nombre?!. Mi mama trae algo en manos que no sera nada bueno para mi.

—S..si, encantada —tartamudeo al ver esos esos hermosos ojos azules. ¿Que dije?—

Hace unos minutos trajeron nuestros pedidos y hasta este momento el tipo y mi madre no dejaban hablar, y yo acabando de lo que quedaba de mi plato silenciosamente ¿Por esto vine?

— Hija veras ¿No sabes porque estamos aquí verdad? —dice mi madre.

— No, ¿porque estamos aquí?—digo para agarrar mi vaso de agua y tomarle de ella.

—Veras, tu mama te vendió a mi —dice el joven, provocando que escupiera el agua.

Que directo...¡¿Al menos me hubiera dejado tomar tranquilamente?!