VI

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Caminaban con cautela por los elegantes pisos del edificio, dirigiéndose al estudio que habían usado el primer día para el Collab. La chica estaba muy nerviosa, pero no entendía el por qué de su nerviosismo.
Camellia, por el contrario, estaba emocionado ya que iba a tocar una de sus canciones favoritas.

Nada más ni nada menos que la famosa pieza del videojuego Touhou, 'Bad Apple!!', en un arreglo que él mismo hizo de la hermosa canción. Claro, necesitaba una voz femenina, y ahí es donde entra la pequeña (T/N).

Ambos entraron al estudio, siendo Camellia el que se sentó en su silla con ruedas frente a la consola, mientras la chica se retiraba por la puerta verde, caminando hasta la sala de grabación de antes.

- Bien, esta canción es famosa por su ritmo, no tanto por su letra. - Camellia sonrió. - Por eso quiero que la cantes con lo que te salga del corazón. No pienses en nada, simplemente deja que las palabras fluyan. -
- U-uh... como... ¿Improvisar? -
- ¡Exacto! Improvisa, eso es lo que quiero. ¿Puedes hacerlo? -
- ... s-sí, eso... eso creo... -
- Bien, la canción comienza en unos segundos. Prepárate. -
- O-ok... -

La chica sudaba en frío, esperando no cagarla con lo que fuera a hacer.
Pensaba y pensaba en algo para evadir sus nervios, pero aún así no se sentía del todo segura y simplemente dejaba crecer su temor.

Era tal como esos días cuando estaba en su habitación por la noche, jugando en su móvil o escuchando música, y de repente un sonido de puerta siendo pateada la sacaba de onda. Sabía de qué se trataba, y eso era lo peor.

Intentaba ocultarse bajo su cama, pero él siempre la encontraba.
La arrastraba de sus pies hacia su habitación, le tiraba en su cama sin piedad alguna y reía maniáticamente.
Siempre apestando a alcohol.

Amarraba sus manos a la cama con cadenas, al igual que lo hacía con sus pies. La dejaba en una pose de estrella mientras la desnudaba a base de golpes y arañazos.
La golpeaba, la violaba y la maltrataba.
La dejaba sangrar, la dejaba llorar y suplicar por piedad. Se quedaba dormido, llegando a casi asfixiarla más de una vez.

Y al día siguiente actuaba como si nada.
La desataba y se iba a trabajar, dejándola tanto confundida como adolorida.

Todos.
Los putos.
Fines de semana.

Viernes, sábados, domingos...

TODOS.

Joder.
Era como un verdadero infierno.
Puede que incluso peor.

Ese hombre era su sicario personal, destrozándole la vida cada que podía, sin remordimientos o dolor. Sólo tortura.
Lo peor era el hecho de que era su propio padre, el hombre que se supone debería de cuidarla durante toda su vida y guiarla por el buen camino.

No tratarla como una perra barata que no se puede defender.
Su cuerpo estaba lleno de moretones, varios rasguños y demás.

Pero destacaba algo entre todo eso.
En su espalda, justo en diagonal una gran herida corría desde su hombro derecho hasta cerca de su cintura en el lado izquierdo. La cicatriz era cortada por otra algo más pequeña que pasaba desde su nuca hasta bajo su brazo en sentido contrario que la otra, formando una 'X' con un lado más largo que el otro.
Esa cicatriz era de hace ya tiempo, pero nunca había podido curarse bien.

El constante maltrato y dolor no permitían a la piel regenerarse, causando que la herida nunca pudiera sanar perfectamente, convirtiéndose una cicatriz producto de ello.
Y dolía.

★ Why Do You Love Me? ♪ [Camellia × Reader] ♪ CANCELADAWhere stories live. Discover now