—¿Y bien? ¿A qué se debe la repentina visita? — pregunto, como quien quiere ser directo para acabar más pronto.

—Dos razones, pero sería mejor hablarlas después de cenar. — hablo Hakkai, su madre asintió y pronto todos se movilizaron al comedor.

Takashi empezaba a creer que estar con Hakkai era rodearse de situaciones en lugares de ese tipo, demasiado lujosas para entrar en uno de sus alcanzables.

—Siéntense, por favor — dijo Isei, sonando ligeramente como una orden.

Yuzuha se sentó y el la imitó al igual que los gemelos, observo curioso a Hakkai, que se había quedado de pie junto a Taiju y su madre. Escucho a su novio susurrar bajito un “Ya vengo” y desaparecieron por la puerta. Se giro a Yuzuha, con mirada interrogante.

—Nuestro padre nunca contrato algo como cocineros o personal de limpieza, siempre le gustó hacer todo solo y aún cuando murió mamá siguió respetando eso. Así que no te preocupes, solo van por la comida. — aclaró, sonriéndole ladino.

Los tres alfas faltantes llegaron después de algunos minutos, Taiju se acercó a dejarle la comida a a el, Hakkai fue hacía los gemelos y su madre por su parte se acercó hasta Yuzuha con su plato. Después los tres desaparecieron por otros minutos y volvieron con sus propios alimentos.

Takashi se preguntaba si había algún código o formalidad que tuviera que respetar, pero comprobó que no cuando Isei simplemente pronunció “Adelante” y todos comenzaron a comer, a excepción de Taiju que se detuvo a rezar en agradecimiento a Dios por los alimentos, o eso supuso.

La cena transcurrió en silencio, con algunas intervenciones de comentarios como “Pásame la ensalada” o cosas de ese índole.
Se permitió preguntarse si todas las comidas de Hakkai en esa casa habían sido tan silenciosas como esa, anhelo que no, porque el habría enloquecido.
Cuando vivía con su madre ella pocas veces estaba, por no tirarse a decir que nunca, por lo cuál el se encargaba de cocinar y algunas veces tenía a su disposición a dos pequeñas ayudantes de cocina.
Durante la comida Luna siempre tenía extrañas historias sobre la escuela y Mana hacia algún desastre accidental, aquellos momentos en su casa siempre fueron caóticos e incluso con los gemelos continuo siendo así, razón por la cual el silencio de los Shiba le estaba desesperando. No comento nada al respecto igualmente, sin animarse a interrumpir su pequeño pacto de silencio.

Al finalizar la cena, después de una mirada de Isei, Yuzuha se levantó y recogió todos los platos para después desaparecer por la misma puerta que antes, todo esto sin decir palabra alguna. Cuando regreso tomo su lugar y hasta entonces Isei hablo.

—¿Y bien? — pregunto, observando directamente a Hakkai y algunas veces de reojo a Takashi.

Hakkai ya había anticipado que su madre querría ir directo al grano apenas pusieran un pie en la casa pero había esperado que al menos en esa ocasión, por obra de suerte o algún milagro, se contuviera y fuera un poco más paciente. Cosa que, finalmente, no fue posible.

—De acuerdo, en primer lugar. Madre, te presento a Takashi Mitsuya, mi pareja. — Isei asintió, en silencio y dejó que continuará —Ellos son sus hijos, Yukine y Yuu — menciono, señalando discretamente a los gemelos, que pararon de secretear cuando fueron nombrados.

Ambos niños miraron sonrientes a la mujer y Takashi observo, poniendo mucha atención, que Isei trato de no sonreír.
El sin embargo si lo hizo, satisfecho porque sus gemelos siempre lograban un efecto de felicidad instantánea en casi cualquiera y se alegro de que Isei Shiba no fuese la excepción.

—Taiju y Yuzuha ya lo conocen, pero aparte de presentarlo formalmente como mi pareja, hay otra noticia. — anunció Hakkai, regresando la atención, que se había dispersado, a el mismo.

—Esta embarazado, supongo.

Todos dirigieron, cabe decir que sorprendidos, su mirada a Isei. Especialmente Hakkai y Takashi, siendo el segundo el que no sabía muy bien como reaccionar o que decir de aquella deducción tan rápida.

—Y me hubiese gustado decirlo yo, pero en fin, acertaste madre. — hablo Hakkai, con tono cansino y resignado.

—¿¡Acertó!? — Yuzuha se puso de pie apenas hablar, luciendo genuinamente feliz.

Takashi observo las reacciones, Yuzuha siempre tan energética por supuesto que se había puesto a dar saltitos antes de correr a los brazos de su hermano murmurando muchos y seguidos “Voy a ser tía”
Taiju simplemente les había sonreído desde su lugar, sin ganas de ponerse a saltar y gritar como su hermana. Takashi había aprendido a leer sus emociones ya hace algún tiempo y sabía que estaba feliz, ambos compartieron una sonrisa y finalmente dirigió su mirada a la persona que más temía en esa habitación.

Miro incrédulo la escena frente a el.

Isei estaba tranquila, mantenía una amable sonrisa que muy probablemente le hacía lucir más joven y estaba ahí, dejando que Yuu trenzara un mechón de su cabello y escuchando el parloteo incesante de Yukine sobre algo. Puso atención entonces, para escuchar.

—Entonces Yuu quiere hacerle trencitas pero aún no aprende porque es muy bobo, bueno no importa porque igual ella se va a ver bonita, ¿Verdad? — hablaba, algo rápido demostrando así su emoción. Vió a Isei asentir en respuesta a la pregunta de su pequeño.

—¿Será una niña? — le pregunto al menor, con el tono más amable que le había escuchado desde que llegaron. Ambos niños asintieron felices y Yuu se apresuro a decir que su padre le haría mucha ropa bonita porque era diseñador. Takashi sonrió y apenas entonces Isei notó su mirada sobre ella. Isei le sonrió con simpatía.

—Felicidades.

Nuevamente Takashi le echó la culpa al embarazo por sus ganas repentinas de llorar.
La verdad es que desde que Hakkai le había dicho de esa salida había estado sumamente nervioso, principalmente por la reacción de la madre de Hakkai.
No le hubiese sorprendido que la mujer le echara de su casa alegando que su hijo no debía meterse con un omega que ya tuviera hijos. Además de que, a su parecer, el no era nada como los omegas de clase alta que tiene una cara y cuerpo bonitos, de esos que hacen suspirar a cualquiera y de los que seguramente cualquier madre quiere para sus hijos.

El resto de la visita transcurrió en el salón principal, los gemelos se encargaron de acaparar a Isei y Yuzuha a Hakkai, por lo que finalmente el se acercó a Taiju.

—Estoy exhausto. — dijo Takashi, apenas llegar a su lado.

—Somos dos, quiero irme a mi cómoda habitación de hotel. — renegó. Ambos rieron ligero y continuaron hablando por un rato.

—Escuché a... No estoy muy seguro de cual gemelo es, perdón. Pero escuché a uno decir que es una niña. — Takashi rió cuando Taiju observo a los gemelos sin poder descifrar cuál era cuál.

—Lo es. Y no te preocupes, yo también los confundo a veces. — Taiju dejo salir una carcajada, después se compuso y miro incrédulo a su amigo.

—¿Su propio padre los confunde? — inquirió, medio a burla — ¿Nunca te has preguntado si no los revolviste o algo cuando eran bebés y ahora llamas Yuu a Yukine o algo así? — Takashi bufo, con una sonrisa plasmada el rostro.

—No lo dudes, ninguno tiene alguna marca de nacimiento o algo para diferenciar. Me consuela saber que de haber ocurrido no puede volver a pasar porque ellos ya saben sus nombres. — ambos rieron de nuevo y secretamente Takashi se planteo si la situación era posible.

Desde su lugar observo a Hakkai, que era atiborrado de preguntas por parte de Yuzuha y descubrió que el también le estaba mirando. Le guiño con coquetería discreta logrando que su alfa se ruborizará y desviará la mirada avergonzado.

•••

No se cuándo publique el siguiente capítulo pero #spoiler, no es soft.

Estoy editando el prólogo del fic KokoInu, así que puedo publicar en cualquier momento, ajam.

Eso, chao. <3

FUTURE ⸻ MitsukkaiWhere stories live. Discover now